El nuevo papa afronta una agenda marcada por el Año de la Fe y la JMJ de Río de Janeiro

Varios peregrinos en la JMJ de Madrid.
Varios peregrinos en la JMJ de Madrid.
Manuel H. de León / EFE
Varios peregrinos en la JMJ de Madrid.

Benedicto XVI dejó el pontificado en un año en el que tenía una apretada agenda que ahora recuperará su sucesor, Francisco I. A los actos más habituales se suman las actividades organizadas con motivo del Año de la Fe o la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que tendrá lugar este verano en Río de Janeiro. El nuevo papa podrá hacer cambios en esa agenda, pero hay citas que deberá mantener.

El Año de la Fe, convocado por el propio Ratzinger, arrancó el 11 de octubre de 2012, coincidiendo con el 50º aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II, y finalizará el 24 de noviembre de 2013, en la Solemnidad de Cristo Rey del Universo.

Uno de los primeros actos será el día 24 de marzo, con motivo del Domingo de Ramos, con la llamada procesión de las Palmas que representa para los católicos la entrada de Jesús en Jerusalén, y que se celebrará en la Plaza de San Pedro. El año pasado, se colocaron trece olivos seculares y se distribuyeron cerca 200.000 palmas entre los alrededor de 60.000 fieles que asistieron a la ceremonia.

El Viernes Santo se celebrará la Pasión del Señor y el Sábado Santo, la Vigilia pascual en la Noche Santa. El Domingo de Resurrección, además de la Misa del día, desde el balcón central de la Basílica Vaticana dará la bendición "Urbi et Orbi". Está previsto que el nuevo Papa pronuncie también unas palabras el Lunes del Ángel, 1 de abril.

A finales de ese mes, los días 27 y 28 se encontrará con jóvenes que se han confirmado o se van a confirmar durante los próximos meses; también tendrá un encuentro el día 18 de mayo con los asistentes a las jornadas de los movimientos, las asociaciones y las agregaciones laicales y una misa de clausura de la Jornada de las Confraternidades y de la Piedad Popular, acto previsto para el 5 de mayo.

Benedicto XVI también había confirmado que presidiría la adoración eucarística del 2 de junio, con motivo de la fiesta del Corpus Christi y que será simultánea en todo el mundo, o la eucaristía del 7 de julio, con la que se dará por concluida la peregrinación a la que han sido convocados seminaristas, novicios y novicias.

Dos semanas después, el papa deberá volar a Brasil para asistir a la Jornada Mundial de la Juventud, que comenzará el 23 de julio y terminará el 28 bajo el lema "Id y haced discípulos a todos los pueblos". Río de Janeiro ha sido el lugar elegido en esta ocasión para acoger un evento que se celebra cada dos o tres años, al que acuden jóvenes católicos de todo el mundo y que se plantea como un encuentro de estos con el papa.

En concreto, está previsto que Francisco I presida los dos actos centrales de la JMJ, la vigilia y la misa de clausura, que tendrán lugar los días 27 y 28 de julio en Guaratiba, en la zona oeste de la ciudad, según anunciaron el alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, y el arzobispo de Río de Janeiro, Orani Jo'o Tempesta Dom, durante la II reunión preparatoria de la Jornada.

La última JMJ, presidida por Benedicto XVI, tuvo lugar en Madrid en agosto de 2011. Esto le mantuvo de visita en España durante cuatro días.

Habrá que esperar para saber si el nuevo papa mantendrá en su agenda la reunión a la que su antecesor había convocado a todos los nuncios. La cita se fijó para el mes de junio con el objetivo de intercambiar experiencias y profundizar sobre la misión de los representantes pontificios en el momento actual.

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