Los cambios sociales de los últimos lustros, con la normalización de los diferentes modelos de familia, unidos al retraso cada vez más pronunciado en la edad de maternidad, han provocado un aumento del número de mujeres que deciden ser madres en solitario.

La clínica IVI de Valencia, de carácter privado pero una de las que más tratamientos de fertilidad realiza fuera de la sanidad pública, llevó a cabo el año pasado 528 ciclos a pacientes sin pareja, frente a los 385 de 2011, lo que supone una subida del 37%.

“La concienciación de que la fertilidad no es infinita y una mayor aceptación social de los distintos tipos de familia” son factores que están detrás este aumento, explica la directora de IVI Valencia, Amparo Ruiz.

No obstante, hay otros motivos que también influyen, como el retraso de las mujeres en la edad para ser madre. “Ha ido aumentando de forma progresiva de los 35 años con que las pacientes acudían en 2002 a los 38 en 2012”. En este sentido, el número de tratamientos con óvulos donados se ha incrementado un 66%, ya que con la edad los propios pierden calidad.

Además, la consolidación de técnicas como la vitrificación de ovocitos ha supuesto “una revolución en la fertilidad femenina como lo fue en su día la píldora anticonceptiva”, según Ruiz. El número total de tratamientos ha llegó a los 8.628, y las extranjeras ya son el 32% de las pacientes.

Amparo Cerveró, 38 años. Directora creativa: “Estoy muy feliz con mi hijo, es la alegría de casa”

Amparo estaba soltera cuando tuvo a Nicolás hace 7 años: “Me salió un quiste y me dijeron que si quería ser madre, tenía un año de plazo ya que tras la operación no iba a poder. Me decidí y tanto mi familia como yo estamos muy felices, es la alegría de la casa”.