Tykwer traslada las múltiples sensaciones olfativas del papel a una superproducción que mañana se estrena en España en competencia con la nueva aventura de James Bond. El rodaje se ha centrado en localizaciones de Barcelona (donde ayer se presentó la cinta). La secuencia final, que recrea una orgía en una plaza que salva a Grenouille de la muerte, movilizó a 700 figurantes catalanes y a La Fura dels Baus. Dustin Hoffman –«un actor alegre, cercano e inspirador», para Tykwer– redondea las participaciones estelares del filme.

Con la nariz en los ojos

«He sido fiel a las atmósfera del libro de Süskind», dijo ayer el director. El joven Ben Wishaw, al que Tykwer fichó tras verle interpretar Hamlet, asegura que para Grenouille se fijó «en el comportamiento animal». Ninguno de los dos quería crear a un monstruo sino «a alguien que despierta inocencia y peligro». El realizador avisa: «El público percibirá con los ojos lo que el protagonista siente por la nariz».