El presidente búlgaro, Rosen Plevneliev, ha designado al actual embajador de Bulgaria en París, Marin Raykov, como primer ministro interino al frente de un Ejecutivo tecnócrata que gobernará hasta las elecciones legislativas anticipadas previstas para el 12 de mayo.

El anterior Gobierno, el del populista conservador Boiko Borisov, se vio obligado a dimitir en bloque el pasado 21 de febrero tras diez días de protestas masivas, a veces violentas. Las manifestaciones, que continúan, van dirigidas principalmente contra la última subida de las tarifas eléctricas y los bajos sueldos.

El primer ministro tecnócrata "debe ser diplomático, poder escuchar y ser escuchado, además de ser moderado y defender los intereses nacionales", ha declarado este martes el jefe de Estado durante una rueda de prensa en la sede de la presidencia en Sofía. "El 15 de marzo próximo disuelvo el Parlamento, que ha agotado su crédito de confianza popular, y fijo las elecciones anticipadas para el 12 de mayo, como lo anuncié antes", ha añadido.

El presidente ha agregado que el Gobierno interino no está ligado a ningún partido político y ninguno de los ministros designados fue en el pasado agente de la policía secreta comunista.

Tras ser designado, Raykov ha declarado que las intensas protestas ciudadanas que comenzaron hace un mes y se han vuelto prácticamente cotidianas en varias ciudades del país son una demostración de dignidad nacional. Además de ocupar la jefatura del Gobierno será ministro de Asuntos Exteriores.

Raykov nació en 1960 en Washington, donde su padre, Rayko Nikolov, que era agente de la policía secreta comunista, ocupaba el puesto de agregado cultural y de prensa en la embajada búlgara en Estados Unidos.

Bulgaria, país que cuenta con 7,3 millones de habitantes, tiene un salario medio en torno a los 350 euros, uno mínimo de 155 euros y pensiones de 75 euros (según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística búlgaro). El sueldo medio es equivalente a una factura de electricidad de un mes, 350 euros. En un contexto de crisis económica, medidas de austeridad y aumento del desempleo, las tarifas eléctricas aumentaron a principios de año un 13%.