La Comunidad de Madrid facilitará la recarga de las tarjetas sin contacto del abono transporte en cajeros automáticos. La entidad bancaria será seleccionada a través de un concurso público

En estos momentos, los usuarios de esta tarjeta pueden recargarla en las máquinas automáticas de la red de Metro de Madrid habilitadas para ello (no en todas) y en estancos, existiendo así más de mil puntos de recarga.

A partir de la extensión a los cajeros , la cifra de puntos de recarga ampliará , ya que la Comunidad exigirá a la entidad una cobertura mínima de 500 cajeros en el municipio de Madrid capital y 800 en toda la Comunidad. "Se tienen que sumar como mínimo 1.300 puntos adicionales", explicó el consejero de Presidencia y Justicia y portavoz del Gobierno regional, Salvador Victoria.

La tarjeta sin contacto del abono transporte actualmente está disponible para la zona A y se irá extendiendo paulatinamente a todos las zonas del sistema de transportes madrileño.

La tarjeta comenzó a implantarse hace menos de un año, en mayo, y ya disponen de ella más de medio millón de madrileños, puesto que ya ha sustituido totalmente al abono joven con banda magnética de la zona A y a finales de mayo se completará la sustitución del normal para esa misma zona.

A partir de ese momento, superada con éxito esa primera fase, la tarjeta sin contacto continuará extendiéndose paulatinamente a todos los abonos, que utilizan dos de cada tres usuarios del transporte público en Madrid, y luego al resto de títulos de transporte.

La nueva tarjeta agiliza el acceso al transporte público y permite a los usuarios planificar su compra, porque el periodo de validez es de 30 días desde la primera utilización que no tienen que coincidir con el mes natural.

En caso de pérdida o robo el usuario puede recuperar el saldo que aún no había consumido, algo que con el abono tradicional no era posible. Esta posibilidad ha permitido a 3.100 madrileños recuperar en estos primeros meses de funcionamiento más de 60.000 euros que de otro modo habrían perdido.

Además, el Gobierno regional estima que permitirá ahorrar más de 150.000 kilos de papel en los próximos 5 años y un 30% en los costes de operación y mantenimiento de las máquinas canceladoras.