El juzgado de lo Penal número 12 de Valencia ha condenado a un hombre a tres años de prisión por agredir con una sartén a otro que falleció al día siguiente. El magistrado le condena por un delito de lesiones con medio peligroso, pero no por un delito de homicidio imprudente, ya que entiende demostrado que la muerte no fue consecuencia de la agresión, según consta en una sentencia facilitada por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV).

La víctima, a quien el agresor no socorrió pese a verle tendido en el suelo durante horas, falleció al día siguiente como consecuencia de una insuficiencia cardiorespiratoria provocada por una intoxicación etílica y por una patología cardíaca previa.

Los hechos se remontan a la noche del 31 de diciembre de 2011, y tuvieron lugar en un inmueble ubicado en la calle Sueca de Valencia, donde se estaba celebrando la Nochevieja. Después de cenar, sobre las 00.00 horas, el acusado y la víctima comenzaron una discusión en la que el primero golpeó más de una vez en la cara al segundo con una sartén.

Como consecuencia de esta agresión, la víctima sufrió una fractura del tabique nasal en su tercio superior con aplastamiento y desviación a su izquierda, además de diversas contusiones, "lesiones que por sí solas no producen la muerte de una persona", matiza el magistrado.

La víctima cayó al suelo y después se fue al salón de la vivienda, donde se sentó en una silla. Mientras, el agresor limpió las manchas de sangre y se fue a dormir sin interesarse sobre el estado del agredido, que falleció después debido a una insuficiencia cardio-respiratoria, motivada por el estado de intoxicación etílica en que se encontraba y porque padecía una cardiología cardiaca de tipo isquémico una valvupotía aórtica.

Sobre las 7.00 horas del día 1 de enero, el agresor se despertó, vio a la víctima en el suelo del salón, y sin interesarse por su estado, recogió sus cosas y se fue a Barcelona junto con otra persona. Fue detenido el 7 de enero de 2012.

"PROBADO"

El juez afirma que la agresión ha quedado probada por el reconocimiento expreso de los hechos por el acusado durante el acto del juicio oral. También reconoció el acusado que después de la agresión se fue a dormir, no sin antes limpiar las manchas de sangre.

Ante ello, el magistrado concluye que esta conducta del acusado, "demostrativa de su frialdad y desprecio" por el estado de la persona a la que había agredido "no significa que pudiera prever que ese estado era tan grave como para ocasionar su fallecimiento", puesto que no existe "ningún indicio probatorio" de esta posibilidad. En este sentido es fundamental el informe de la autopsia, que determina las causas de la muerte.