La titular del Juzgado de Instrucción Número Uno de Lugo, Pilar de Lara, ha reanudado sobre las 18.45 horas el interrogatorio al exalcalde de Santiago Gerardo Conde Roa (PP), imputado en la 'Operación Manga', segunda fase de la 'Pokémon', que investiga supuestas adjudicaciones irregulares en contratos municipales.

Esta es la segunda comparecencia ante la jueza en el mismo día, puesto que Conde Roa ya declaró ante Pilar de Lara durante más de cinco horas, hasta primera hora de esta tarde.

En medio de la primera y de la segunda comparecencia del exalcalde de Santiago, la jueza tomó declaración a Albino Vázquez Aldrey, quien dimitió como concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Santiago a raíz de su detención en la 'Operación Manga'. Vázquez Aldrey está en libertad bajo fianza de 15.000 euros.

Según han comentado fuentes judiciales, las imputaciones sobre Conde Roa se refieren a al menos los delitos de prevaricación, cohecho y tráfico de influencias. En la primera tanda de preguntas, la jueza lo interrogó sobre la renovación del contrato con Aquagest para ampliar el servicio de aguas en Santiago de Compostela.

Estas mismas fuentes han apuntado que en esta segunda fase de preguntas a Conde Roa estaba previsto que la instructora le preguntase por posibles irregularidades en decisiones en materia de urbanismo durante su estancia al frente de la Alcaldía de Santiago de Compostela.

En concreto, estas fuentes han apuntado que estaba previsto inquirir a Conde Roa sobre el convenio para la urbanización de la denominada Finca do Espiño, que finalmente no salió adelante, pero al cual la oposición en el Ayuntamiento compostelano se refería como pelotazo urbanístico.

Trayectoria de conde roa

Conde Roa tuvo que dimitir antes de cumplir el año como alcalde de Santiago de Compostela tras conocerse que la fiscalía se había querellado contra él por fraude fiscal, al no haber abonado el IVA de la venta de unas viviendas.

No obstante, sobre él pesa una tercera imputación en relación a la denuncia de un policía local de Santiago, que lo acusó a él, al actual regidor, Ángel Currás, y a Albino Vázquez de presionarlo para hacer desaparecer un atestado por una alcoholemia de tráfico y de degradarlo en la escala de mando.