Un incendio ha arrasado este lunes la sede principal de la Policía de la ciudad egipcia de Port Said (Egipto), así como dos salas del edificio de la Gobernación, donde en las últimas horas se han producido graves disturbios en los que han muerto al menos seis personas, entre ellas tres policías.

En los alrededores de estos edificios se registran enfrentamientos entre manifestantes, que lanzan piedras y cócteles molotov, y policías, que responden con gases lacrimógenos.

Esta jornada se celebraban en Port Said los funerales de dos civiles fallecidos la víspera, a los que acudieron miles de personas y que derivaron en nuevos choques. La última de las víctimas mortales es un agente que ha muerto tras resultar herido la víspera cuando protegía la sede de la Policía.

Los disturbios comenzaron el domingo después de que el Ministerio del Interior anunciase la reubicación de presos de la cárcel de Port Said para evitar disturbios en los próximos días. Está previsto que un tribunal emita el sábado próximo la sentencia definitiva por la masacre del estadio de Port Said, en febrero de 2012, en la que murieron 74 personas.

La condena a muerte de 21 acusados de la matanza desató a finales de enero una ola de violencia e indignación popular que llevó a las autoridades a declarar el toque de queda en la ciudad. El tribunal aún debe pronunciarse sobre otros 52 inculpados.

Para intentar contener la violencia, Interior ha decidido este lunes que los condenados, que han sido trasladados a la cárcel de Wadi Natrun, al noroeste de El Cairo, regresen a Port Said cuando se hagan públicas las sentencias que faltan. Port Said es escenario junto con otras ciudades del delta del río Nilo de una campaña de  desobediencia civil en las últimas semanas para reclamar justicia a las autoridades y el fin de la marginación que dicen sufrir.

La opositora Corriente Popular, del excandidato presidencial y líder izquierdista Hamdin Sabahi, ha convocado para mañana, martes, varias sentadas de protesta contra los últimos episodios de violencia en el país. Egipto se encuentra sumido en una crisis de seguridad y política, mientras prepara las elecciones legislativas que comenzarán el próximo mes y que van a ser boicoteadas por la oposición no islamista