El aumento del paro registrado el pasado mes ha supuesto no solo un mazazo más a las expectativas del Gobierno respecto de su reforma laboral. El desempleo, de mantenerse en estos niveles, podría comprometer las cuentas públicas y suponer un sobrecoste presupuestario de unos 6.600 millones de euros. Los gastos totales del sistema de protección ascendieron a los 2.777 millones en enero, un 2,6% más que en diciembre, según datos publicados por el Ministerio de Empleo.

El gasto previsto por el Ejecutivo para prestaciones por desempleo, tal como consta en los Presupuestos Generales del Estado para 2013 es de 26.696 millones de euros, lo que supone una reducción del 6,3% respecto a lo presupuestado en 2012, y hasta de un 15% respecto al gasto definitivo del pasado ejercicio (superior a los 31.600 millones). Y es que la previsión del pasado año ya registró un desfase de más de 3.500 millones.

De mantenerse la media de gasto de enero para todo el año (podría empeorar, dada la tendencia creciente del paro de este año), el gasto total proyectado para prestaciones por desempleo superaría los 33.300 millones de euros, unos 6.600 millones más. Fuentes del Ministerio de Empleo, si bien han indicado a este diario que el Gobierno no se plantea ahora revisar sus previsiones, han insistido en mandar un mensaje de tranquilidad: "Aunque hubiera desfase se va a pagar lo que se tenga que pagar", en relación a si la partida de prestaciones acabara por encima de lo estimado.

Está por ver, además, si la medida anunciada el pasado julio de reducción de las prestaciones a partir del sexto mes (pasan del 60% al 50% de la base reguladora) tendrá un verdadero efecto de ahorro y compensará la entrada de nuevos desempleados. La medida se pondrá en marcha a mediados de julio, y afectará a un 55% de los desempleados. Para entonces, Empleo cuenta con que la actividad económica haya moderado aún más su deterioro y el gasto en prestaciones se reduzca.

Al aumento del paro registrado en el último año (un 6,96% desde febrero de 2012) le ha correspondido un incremento, algo menor, del número de beneficiarios que perciben algún tipo de prestación por desempleo. Actualmente hay 3.062.396 personas con algún tipo de subsidio, un 1,7% más que hace un año, según datos de Empleo.

Bien distinta es, sin embargo, la cifra de beneficiarios extranjeros. Actualmente hay unos 341.791 inmigrantes percibiendo algún tipo de prestación, lo que supone el 11% del total. Este número, sin embargo, no ha hecho más que descender en los últimos años. Ha caído un 11,8% respecto al año pasado y un 24% en relación a 2011.

El paro no ha hecho más que aumentar en el último año, si bien ha descendido un 4,2% entre los extranjeros (un total de 27.517 menos). ¿Más resistentes a la crisis? Todo lo contrario, a la vista de los datos, que muestran desde el inicio de la crisis una fuga continuada mucho mayor que la tan mencionada fuga de cerebros españoles.

"Se están yendo, en proporción, muchos más extranjeros que españoles", explica Amparo González, investigadora del CSIC especializada en migraciones. En su opinión, si bien los datos son incompletos (basados en las estadísticas de variaciones residenciales, del INE), muestran una salida de inmigrantes de entre un 5% y un 8% anual de entre todos los empadronados. La cifra de bajas, según el Padrón Municipal, es especialmente alta entre ciudadanos argentinos (se han ido el 12,3%), brasileños (14,8%), chilenos (12,8%) y venezolanos (9,6%).

Estos datos los confirma la estadística de saldos migratorios correspondiente a 2011 (la última publicada por el INE), que constata un resultado negativo de más de 50.000 personas que dejaron el país, de los que casi 30.000 fueron extranjeros. Así, se fueron 21.942 marroquís más de los que llegaron a España, mientras que el saldo en el caso de los ecuatorianos fue de 11.161 personas menos.

Los investigadores, a falta de que se publiquen datos más actualizados, apuntan, entre otras, a una mayor incidencia del empleo irregular como posible causa del descenso en las prestaciones a extranjeros. También sostienen que ha jugado un papel el plan de retorno voluntario del Gobierno, que ha podido servir como incentivo para dejar el país, si bien apenas un 5% de los extranjeros retornados se han acogido al citado plan.

En definitiva, tal como reflejan las investigaciones del CSIC al respecto, "parece evidente que la crisis ha acentuado el retorno de los extranjeros que residen en nuestro país, aunque con diferencias importantes entre sexos y colectivos nacionales".