Miles de trabajadores de Iberia volvieron a ocupar este lunes las inmediaciones de la Terminal 4 de Barajas convencidos de que "pararán el desmantelamiento" de la compañía.

Así lo manifestaron en el aeropuerto empleados y sindicatos de la aerolínea, coincidiendo con el inicio de la segunda semana de paros, en la que se cancelarán casi 1.300 vuelos, en protesta por el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) presentado por la dirección y que prevé 3.800 despidos. Unas bajas que son "solamente la primera parte de los planes que IAG [ahora propietaria] tiene para Iberia", según el presidente de la sección sindical del sindicato de pilotos Sepla, Justo Peral, cuyos asociados se ha adhirieron este lunes a la protesta.

En esta nueva jornada de huelga, unos 4.000 trabajadores, según fuentes policiales, emprendieron a las 8.00 horas una marcha desde la nueva zona industrial de Iberia en la carretera A-2. La comitiva, encabezada por un cartel con el lema "La Muñoza en guerra, no a los despidos" y por un ataúd, recorrió 11 kilómetros hasta llegar a la T-4.

En el exterior de la terminal, la marcha se unió a los centenares de manifestantes que se habían concentrado en la terminal al grito de "Sí se puede" y "A por ellos". La concentración se prolongó durante dos horas. Después, los manifestantes accedieron al interior de la T-4, como currió en la primera jornada de huelga hace dos semanas. Pese a que no contaban con el permiso de la Delegación del Gobierno, no se produjeron incidentes.

La segunda semana huelga ha causado la cancelación de 1.300 vuelos entre el 4 y el 8 de marzo. Las concentraciones habituales en la Terminal 4 se complementarán con una manifestación frente a la sede central de la compañía en Madrid el próximo miércoles, una marcha desde esta sede al ministerio de Fomento el jueves y una nueva concentración en la T-4 el viernes.

Las movilizaciones coinciden con la labor de mediación del catédratico de Derecho, Gregorio Tudela, designado como árbitro entre la dirección y los sindicatos. Este presentará en los próximos días su informe. Sin embargo, los representantes de los trabajadores creen que la empresa tratará de boicotear su trabajo, por lo que ya han convocado nuevos paros para la semana del 18 al 22 de marzo.