El exministro de Fomento José Blanco ha afirmado que su papel en la adjudicación a un consorcio hispano-saudí del contrato del AVE La Meca-Medina en el año 2011 fue el de "apoyar firmemente desde el Gobierno el proyecto empresarial más ambicioso al que ha optado nunca" un conjunto de empresas españolas.

En un comunicado, Blanco ha asegurado que se trató de "una dura competición internacional", si bien el "éxito" de la adjudicación "está favoreciendo que países de todo el mundo hayan elegido a empresas españolas para desarrollar proyectos ferroviarios de gran envergadura". "Me siento enormemente orgulloso del trabajo realizado por todas las empresas integrantes del consorcio", ha señalado.

Además, ha resaltado que las empresas de Julián García Valverde formaban parte del consorcio desde su constitución a principios del año 2007, por lo que "es evidente que no hubo ninguna influencia" en que dichas empresas se integraran en el citado consorcio.

Blanco ha negado también que propusiera a García Valverde como presidente del Consorcio. "Cuando yo llegué al Ministerio de Fomento, García Valverde tenía ya atribuidas por el resto de las empresas labores de coordinación del consorcio hispano-Saudí que, según las demás empresas, ejercía con gran eficiencia y, de hecho, finalizaron con el éxito de todos conocido", ha resaltado.

El diario 'El Mundo' publica hoy que García Valverde fue impuesto por Blanco como líder del consorcio y que, tras la adjudicación del contrato, intentó que fuera nombrado presidente, si bien las empresas privadas se negaron a ello.