El Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, considera que, tras su última reforma, la Ley del Menor "ha quedado más o menos ajustada", especialmente en aquellos temas "graves", como los asesinatos cometidos por menores, ya que ya se permite que sea el juez el que decida que al alcanzar la mayoría de edad el que ha cometido un asesinato siendo menor, pase a prisión, pero lamenta que la sociedad siga pensando que la ley, pese a que se ha "matizado", es "la culpable de todo", cuando la "culpa está en la falta de educación".

"La culpa está en la prevención y en la falta de educación por parte de los padres, que viven situaciones muy angustiosas, con menores con graves conflictos, que se escapan del control paterno y social", señala el Defensor en una entrevista con Europa Press con motivo de la publicación de su libro '¿Quién ha dicho que vivir sea fácil?'.

Como hace en esta obra, cuyos beneficios irán donados a obras sociales, en la entrevista Chamizo repasa los principales problemas sociales que sufre Andalucía. "El paro es el principal problema social y junto a él los problemas de vivienda, que se han agudizado en los últimos tiempos, pero el paro arrastra a muchos otros y trae consecuencias nefastas", ha indicado.

Con respecto a la política de vivienda de la Junta de Andalucía y la lucha contra los desahucios de la Consejería responsable, en manos de IU, Chamizo defiende que "hay gente que lo está intentando hacer bien" pero reclama una actuación "mucho más concreta y mucho más potente".

"Son épocas malas porque no hay un euro pero muchas propuestas que hemos hecho, las tendrían que reconsiderar e incluso la posibilidad de ver qué pasa con tantas viviendas que están en manos de los bancos y que legalmente no pueden estar cerradas", denuncia.

Otro de los caballos de batalla del Defensor del Pueblo Andaluz ha sido siempre la atención a la población reclusa y, en este sentido, señala que la crisis se nota "en la falta de medios". Además, incide en que la atención a la población interna femenina adolece aún más la falta de recursos que la masculina y señala que, en las cárceles mixtas, la atención a las mujeres "tiene muchas carencias a nivel médico".

DROGAS:

De alarma a indiferencia

Por otro lado, Chamizo incide en que la drogadicción ha pasado de estar en una situación de "alarma social" a la "indiferencia" pese a que ahora y aunque parezca una contradicción, "hay más consumo que nunca".

"La cocaína no tiene el malditismo que tuvo la heroína y ahora asistimos a la aparición de patologías duales porque muchas personas consumidoras son adictas a cocaína y a drogas de síntesis y tienen problemas de salud mental", denuncia.

Así las cosas, lamenta que esa "alarma social" haya "desaparecido" en un momento en el que el "consumo no ha bajado, sino todo lo contrario". "La sociedad parece que está dormida o que el tema está resuelto y no es verdad", concluye.