Los consumidores baleares, al igual que los de Murcia, Andalucía, Asturias, Canarias, Cantabria, Cataluña, Galicia y Valencia, han valorado más el sabor del pescado criado en piscifactoría que el procedente de la pesca extractiva, en catas a ciegas cuyos participantes no conocían ni la especie ni el origen.

Este resultado se extrae de un estudio de ámbito nacional, realizado en el marco del proyecto 'Caracterización del pescado de crianza', impulsado por la Junta Asesora de Cultivos Marinos (Jacumar), con financiación de la Secretaría General de Pesca Marítima del Ministerio de Agricultura.

Para dicho estudio, una empresa especializada reclutó a 100 personas por cada comunidad autónoma, de diversas edades, para evaluar un total de 7.511 muestras de aquellas especies que tienen una producción más significativa.

De este modo, las especies mejor valoradas fueron, por este orden, la lubina, el rodaballo, la dorada y el besugo, todas ellas de piscifactoría, según han informado fuentes del Gobierno de Murcia en un comunicado.

Además, en las catas realizadas en las ciudades de Madrid, Barcelona y Bilbao se hizo una prueba adicional. Cuando se informó a los participantes previamente del origen del pescado la valoración del pescado salvaje se situó por encima de la del de cultivo.

Para María Dolores Hernández, investigadora del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (IMIDA), es sorprendente el efecto subjetivo que tiene para el consumidor conocer el origen del pescado sobre la valoración, ya que llega incluso a cambiar la puntuación.

El director del IMIDA, Adrián Martínez, destacó que las conclusiones de este análisis revelan que "existe un prejuicio infundado entre los consumidores que afirman que es mejor el pescado salvaje que el cultivado. Esta es una falsa creencia, pues el estudio muestra que es muy difícil distinguirlos".

Y es que, el responsable autonómico apuntó que "los productos de la acuicultura, además de tener un precio asequible, están muy logrados desde el punto de vista nutricional y organoléptico, no tienen contaminantes y las materias primas que se utilizan para la alimentación de los peces son de muy buena calidad".