El 'caso Bárcenas' llena al PP de contradicciones e imprecisiones

  • El 'caso Bárcenas' ha dejado ver numerosas contradicciones e imprecisiones en las declaraciones de los miembros del PP sobre el tema.
  • Los altos cargos del partido se han llegado a corregir los unos a los otros y han dado explicaciones imprecisas y poco clarificadoras.
  • La norma ahora parece ser evitar el tema más polémico del partido.
  • Rajoy y Cospedal, de defensores a críticos de Bárcenas.
María Dolores de Cospedal, Luis Bárcenas y Mariano Rajoy, en imágenes recientes.
María Dolores de Cospedal, Luis Bárcenas y Mariano Rajoy, en imágenes recientes.
ARCHIVO / GTRES
María Dolores de Cospedal, Luis Bárcenas y Mariano Rajoy, en imágenes recientes.

Nadie parece saber a qué atenerse, qué decir, qué esperar del futuro. Pero la presión mediática y ciudadana sigue acuciando. Quizá por eso en Partido Popular vaya con tanto cuidado cuando habla sobre Luis Bárcenas, el extesorero del PP que tantos quebraderos de cabeza está dándole al que fue su partido hasta hace poco. ¿Hasta cuándo? Ni siquiera eso está claro.

Los renuncios, los desdichos, las contradicciones y las imprecisiones se han sucedido en un partido acosado por las amenazas de Bárcenas, alguien que, en palabras de Jorge Verstrynge, ex secretario general de Alianza Popular entre 1979 y 1986, "tiene capacidad para volar el partido".

Cuando los primeros indicios que relacionaban a Bárcenas con la trama Gürtel salieron a la luz, la cúpula del PP, con Mariano Rajoy y María Dolores de Cospedal al frente, no dudó en defender al que era uno se de los suyos, confiando públicamente en su inocencia.

Sin embargo, meses después, cuando la implicación de Bárcenas en la trama Gürtel parecía evidente, a falta de juicio, y cuando la relación de éste con el partido se deterioró, comenzaron las declaraciones inconexas y contradictorias en el PP.

El caso más relevante es quizá el que versa sobre el momento en que el extesorero dejó de trabajar para el PP y sobre el tipo de pagos que el PP le hizo hasta el 31 de enero de este año. En un primer momento el PP aseguró, a través del vicesecretario general de Organización del PP, Carlos Floriano, que "la relación contractual" de su partido con Luis Bárcenas "se extinguió en 2010", como también aseguró y mantiene María Dolores de Cospedal.

Esas declaraciones podrían reconocer que se estaba cometiendo una ilegalidad con el sueldo de Bárcenas, puesto que éste siguió recibiendo pagos mensuales del partido hasta este enero. El PP atribuyó esos ingresos periódicos a una indemnización por despido a plazos. La formación explicó que en 2010 decidió que Bárcenas no se reincorporase a su puesto de trabajo y que se acordó con él pagar la indemnización "en diferido" mediante un pago mensual hasta diciembre de 2012.

Sin embargo, también se estuvieron abonando durante ese periodo cotizaciones a la Seguridad Social, lo que implicaría una relación contractual, que según el PP no existía, por lo que el pago de las cotizaciones sería un fraude de ley. "No es ni la primera vez que se hace ni supongo que será la última, es algo que se viene haciendo y lo hizo el PP", dijo entonces Floriano. "Este señor estaba despedido y como toda persona a la que se le despide se le paga una indemnización; ésta es la cuestión", insistió, además de negar que el PP hubiera cometido fraude de ley.

No obstante, el carácter de esa supuesta indemnización, la forma en que se hizo no quedó clara entonces, ni quedó clara hace unos días, cuando la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, comparecía en rueda de prensa y explicaba que "la indemnización que se pactó fue en diferido, en forma de simulación", un concepto que no existe en la normativa laboral y que de ser cierto, supondría una infracción grave a la Seguridad Social.

Aún quedaba otra vuelta de tuerca a este enrevesado asunto: la veracidad de las palabras de Cospedal se ven amenazada por la demanda que el propio Bárcenas interpuso contra el PP por despido improcedente, puesto que, según él, trabajó para el PP como asesor desde marzo de 2010 hasta el 31 de enero de este año, cuando fue dado de baja en la Seguridad Social sin ser advertido de ello y de forma unilateral.

¿Una indemnización pagada a plazos y con cotizaciones a la Seguridad Social o un sueldo como asesor? Es de suponer que si Bárcenas se ha decido a demandar al partido tendrá documentación que pruebe que su estatus era de empleado, aunque desde el PP ya han apuntado que poseen documentación que demuestra que Bárcenas salió del partido en 2010 y no en 2012.

Contradicciones con los 'papeles de Bárcenas'

Ni siquiera la publicación en El País de los supuestos documentos de la contabilidad en 'B' del Partido Popular merecieron una declaración unánime y coordinada. El Partido Popular niega rotundamente que los papeles que han aparecido publicados se correspondan con la contabilidad del Partido Popular", decía María Dolores de Cospedal poco después de publicarse los documentos.

Sin embargo, poco después, miembros del partido, como el presidente del Senado, Pío García Escudero, reconocían que ciertas anotaciones de las publicadas se correspondían con la realidad, como un préstamo que él recibió del partido. Cospedal se veía entonces obligada a corregirse sin corregir a su compañero de partido, afirmando que "el dato al que ha hecho alusión Pío García Escudero, será verdad pero eso no quiere decir que valide completamente lo que se ha publicado".

Pero en los papeles también figuraba un apunte contable sobre el exministro y expresidente balear Jaume Matas. En los papeles de Bárcenas aparecía literalmente: "Para piso, 8.400 euros". El entorno de Matas aseguró no entender a qué se refería con esa consignación de "para piso" aunque reconocieron que Matas tenía una nómina específica en cuanto dejó de ser ministro y hasta que fue designado candidato oficial del PP al Gobierno de Baleares.

El vicesecretario general de Estudios y Programas del PP, Esteban González Pons, decía sobre los documentos que los papeles publicados "hasta pueden ser de Bárcenas", pero "no son la contabilidad B del PP". Añadía que "las cifras que aparecen y los datos que ahí salen no nos cuadran ni con lo que sabemos ni con lo que consta en nuestros expedientes, y por lo tanto no sabemos lo que son, pero desde luego no son la contabilidad 'B' del PP". Sin embargo, también él debía ceder y deslegitimaba los documentos con esta coletilla: "aunque algún dato pueda ser real".

En eso sí fue coherente el PP, en incluir esa coletilla, para lo que pudiera pasar. Por aquel entonces, los rumores de que Bárcenas amenazaba al partido con sacar a la luz sus conocimientos sobre la financiación del partido (que habría incluido donativos ilegales de varias empresas) y no quedaba claro a qué se refería el extesorero.

Por eso, con el escándalo recién destapado, Mariano Rajoy, presidente del Gobierno, tenía visita oficial a Alemania. Allí, junto a la canciller Angela Merkel aseguraba que "todo lo que se ha publicado no es cierto, salvo alguna cosa que han publicado algunos medios de comunicación". El presidente aún no ha aclarado cuál es esa salvedad. En la reunión a puerta cerrada del Comité Ejecutivo Nacional del PP se acababa reconociendo que en los papeles de Bárcenas había alguna anotación que podía coincidir datos reales aunque muchos más estaban "manipulados". Esa fue la nueva doctrina.

"Explicaciones confusas"

Este mismo miércoles, el presidente de Madrid, Ignacio González, confesó que le parecían "algo confusas" las explicaciones del PP sobre cómo salió Luis Bárcenas de su partido. González aseguró que "en el momento" en el que el PP conoció "las actividades" de Bárcenas "le apartó", sin aclarar a qué actividades se refería ni si estas eran ilícitas o ilegales.

Quizá por esa serie de contradicciones y declaraciones en diferentes direcciones en el partido se haya recurrido a la estrategia de no hablar más sobre Luis Bárcenas. En el caso de Mariano Rajoy ni siquiera se pronuncia su nombre y se refiere a él como "esa persona". Tan sólo María Dolores de Cospedal parece estar acreditada para hacer de portavoz del PP en ese tema.

De hecho, durante la sesión de control al Gobierno de este miércoles, todos los ministros que han recibido alguna pregunta sobre Bárcenas han respondido eludiéndola, sacando a colación otros asuntos polémicos de los partidos que habían hecho la pregunta, sobre todo del PSOE.

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