Polémica en torno al programa 'MasterChef ' por acusaciones de un falso macrocasting

  • El domingo pasado, el 'talent show' gastronómico de TVE 'MasterChef' organizó un macrocasting en Madrid en el que participaron más de 450 personas.
  • Muchos participantes aseguran que fue una pantomima en la que los seleccionados ya estaban elegidos de antemano por el programa.
  • La productora, Shine Iberia, niega todas las acusaciones.
Macrocasting del programa 'Master Chef' realizado en la Plaza de Oriente de Madrid.
Macrocasting del programa 'Master Chef' realizado en la Plaza de Oriente de Madrid.
RTVE
Macrocasting del programa 'Master Chef' realizado en la Plaza de Oriente de Madrid.

Aún no se ha estrenado y MasterChef, la adaptación para TVE de un programa gastronómico del polémico cocinero Gordon Ramsay (presentador del Pesadilla en la cocina original, que en España conduce Alberto Chicote), ya está experimentando sus primeros contratiempos. Decenas de personas que participaron en el macrocasting final que tuvo lugar el pasado domingo en Madrid acusan a los organizadores de haber realizado una gran pantomima, un falso casting en el que se reunió a cientos de personas tan solo con finalidad promocional ya que, en realidad, según ellos, los ganadores ya estaban elegidos de antemano.

Por su parte, la productora de este talent show para jóvenes aprendices de chef, Shine Iberia, ha asegurado a 20minutos.es que "todas las acusaciones son falsas" y proceden de un pequeño grupo de participantes "que están haciendo mucho ruido, pero que son los mismos una y otra vez". Las quejas, que se han concentrado en la página de Facebook del programa y en otra creada por los participantes indignados llamada Masterchafados. Sin embargo, la productora da explicaciones para todas y cada una de ellas.

Argumentos enfrentados

Poca atención a los participantes

Las quejas: "Soy una de los muchos participantes en el casting del "Master Fiasco" celebrado en Madrid donde, después de tenernos más de 8 horas de pie, sin comida, bebida ni sillas, pasando frío, después de tener un jurado que sólo se molestó en apuntar nombre del plato y dar con la puntita del tenedor en una salsa y comer una miguita de otro de los platos, nos sentimos decepcionados y utilizados con mayúsculas", comenta Luz María en una carta enviada a 20minutos.es. "Fue un día entero (desde las 10 hasta las 18 horas) manteniendo a más de 500 personas en un acotado de vallas frente al Palacio Real de Madrid. Frío, de pie como estatuas y permitiendo sólo 5 minutos para ir al baño y para colmo son un triste bocadillo a media mañana", explica otro participante. "Todo se desarrolló en unas condiciones lamentables, con un frío excesivo, a la intemperie y sin poder moverse ninguna de las personas que estaban en el casting durante 6 horas. Sin comer, sin beber y sin nada", dice una de las personas que acudieron al macrocasting.

La respuesta: La productora reconoce que fue muy duro, pero asegura que todo entraba "más o menos" dentro de lo previsto y que los participantes estaban sobre aviso. "Hizo frío, fue muy largo, pero la gente que vino ya sabía que era un casting, que habría grabación y que tocaría repetir escenas. También es cierto que no se les dio de comer, pero ya se les había avisado de que cada uno tendría que hacerse cargo de su propia comida. Aun así, por la mañana se les dio café, caldo y agua", aseguran desde Shine Iberia.

Concursantes preseleccionados

Las quejas: La principal protesta de los participantes en el macrocasting se centra en la supuesta falsedad de éste. Muchos afirman que todo fue un "teatrillo" elaborado con el objetivo de lograr atención mediática, pero que en realidad no servía de nada, ya que los concursantes habían sido seleccionados de antemano en castings previos. "Hubo gente a la que estuvieron grabando y haciéndoles entrevistas desde que llegaron hasta que empezó la prueba, con total complicidad entre los concursantes y los cámaras, reporteros como si se conocieran de toda la vida, llamándose entre ellos por el nombre y preguntándose que qué tal todo. Estaba claro que no era la primera vez que se veían", relata una participante.

"Por fin llegó el momento cumbre, la selección de los 40 aspirantes que pasarán a la siguiente ronda. Las tres personas que forman el jurado principal repartieron unas cucharas de madera a los 40 seleccionados. [...] Al principio aplaudíamos a quien le daban la cuchara, pero según iban entregándolas ya íbamos nosotros mismos narrando quien sería el próximo: "Ahora va el motero, ahora la que tiene un gorro y un delantal llamativo, ahora la de Canarias, ahora el valenciano...". "¡Anda, qué casualidad!, todos los que venían de fuera, a los que habían estado grabando todo el día", añade.

Luz María cuenta algo parecido: "Lo primero que escuchamos es que había gente que había hecho más de un casting. Ahora entiendo el comadreo con la gente de organización de TVE. Todo estaba decidido, lo cual se demostró, ya que la mayoría de los "nuevos" nos dimos cuenta después de mucho teatro y pantomima. Efectivamente, era así, la decisión estaba tomada con anterioridad. Entre nosotros íbamos comentando quién iba salir de nuestra zona de mesas como si de una quiniela se tratase, pues los escogidos daban perfiles de estereotipos marcados como personajes televisivos". "Los 50 supuestos elegidos de ese día ya estaban seccionados. Incluso alguno, según se comentaba, tenía firmado un contrato de confidencialidad y ya han grabado a familiares", añade uno de los aspirantes que prefiere mantenerse en el anonimato.

La respuesta: La productora asegura que el casting fue totalmente limpio y que no se había realizado ninguna preselección. "En el proceso inicial se inscribieron 9.000 personas, de ahí se seleccionaron 1.000 que fueron citados para castings en Bilbao, Barcelona, Valencia, Málaga y Madrid. Debido a que hubo mucha gente a la que no dio tiempo a evaluar en esos castings, decidimos darles una nueva oportunidad en el casting final en Madrid", explican. "Por tanto, sí, es cierto que el macrocasting había gente que había hecho castings previos y gente que no, pero no se hizo ningún paripé. Todo el mundo estaba en igualdad de condiciones, todos firmaron los mismos documentos, no hubo ningún tongo", añaden. Como dato, Shine Iberia señala que entre los aspirantes que fueron elegidos se encuentran 4 o 5 que no habían hecho castings previos.

En cuanto a las entrevistas previas, la productora reconoce que no se seleccionó a la gente aleatoriamente. "Se grabaron entrevistas a determinados perfiles, pero eso no significa que fueran seleccionados. De hecho, podrán verse entrevistas a gente que no entró y también hubo gente seleccionada a la que no se había entrevistado", explican. "Entendemos la frustración. Había gente de todo tipo, arquitectos, amas de casa, parados, personas que buscan algo más que simplemente hacerse famosos, pero creemos que toda esta polémica en realidad procede de un cabreo.

La mayoría eran de Madrid

Las quejas: Uno de los puntos que ha generado más sospechas entre los participantes del casting de MasterChef es el hecho de que la mayoría de los aspirantes primerizos de esta prueba final eran de Madrid. "Nos dijeron que hasta las 11.30 no iba a empezar el casting. Mientras, haciendo tiempo en la Plaza de Oriente, escuchábamos a la gente hablar y casualmente el 70% u 80% de gente era de Madrid o alrededores. Sólo unos poco venían de fuera. Nos sorprendió un poco que los "finalistas" fueran en su mayoría de Madrid. Pues bien, también había otra coincidencia, y es que para todos los de Madrid era su primer casting, y para todos los que venían de fuera era su segundo o tercero", cuanta una de las indignadas, quien afirma que también fueron los de Madrid los que mayoritariamente quedaron fuera de la selección, ya que el jurado optó por coger a la gente de otras ciudades que ya habían pasado más pruebas.

La respuesta: La productora admite que la mayoría de los participantes de la prueba realizada en la plaza de Oriente procedían de Madrid y localidades cercanas, pero, según ellos, eso tiene una explicación muy sencilla. "De los cinco castings realizados en distintas ciudades, el de mayor volumen fue, con diferencia, el de Madrid, por lo que es lógico que la mayoría de la gente que el domingo hizo el casting por primera vez —que son los que no entraron en las pruebas previas— fuera de esta zona y sus proximidades", aseguran.

Números salteados

Las quejas: También ha levantado suspicacias el hecho de que la numeración que se les dio a los aspirantes fuese salteada. "Los números que dieron a las personas no eran consecutivos. Había numerado hasta el 800 y pico cuando en realidad había 400 y algo personas. Todo era un montaje para aparentar un macrocasting que no existía", cuenta uno de los aspirantes indignados.

La respuesta: "En el macrocasting de la plaza de Oriente participaron 453 personas, pero la numeración está hecha por el filtro de inscripción en la página web. A todos los participantes se les asignó un número. El domingo se les fue colocando en filas según llegaban, sin ningún orden e independientemente de su número", responde la empresa organizadora del evento.

Dudas sobre el proceso de selección

Las quejas: El procedimiento para seleccionar a los 40 ganadores tampoco gustó mucho a los participantes. "Le mandaron a mi mujer un correo donde se leía claramente como título "CASTING MADRID", hablando de que el candidato debía llevar un plato traído desde casa y que no podría utilizar ningún objeto para calentarlo, aconsejando que el plato lo trajeran en un termo para aguantar el calor, y que allí lo único que iban a hacer era emplatar", explica el marido de una de las aspirantes a participar en MasterChef. "Una vez emplatados, otra hora de diversos montajes, grabaciones con el jurado entrando y saliendo, etcétera, con lo cual los platos se quedaron literalmente helados. Ya era la gota que colmaba el vaso, imposible evaluar una comida así", añade. "¿Qué iba a valorar un jurado de unos platos, algunos cocinados el dia anterior y guardados en bolsas, neveras, etc.; y expuestos en una mesa a temperatura ambiente durante más de 3 horas?", dice indignada Luz María.

Algunos expresan además sus dudas sobre el jurado que realizó la cata, ayudantes profesionales de los tres miembros del jurado principal. "Por fin empezó el jurado con la degustación de los platos, y no se cortaron nada en disimular. Había a gente que ni siquiera probaron su plato, porque no les dio tiempo, porque no se podía partir, y tranquilamente te decían que no pasaba nada. Había una clara sospecha de que ni siquiera eran profesionales de la cocina", afirma el marido de una participante. "Ahora entiendo la postura del jurado culinario de mi fila, fue muy inteligente. No pobró los platos, pues yo considero no probar un plato cuando coges una miga o chupas la punta de un diente de tenedor mojado en una salsa. No se quería exponer a pillar una intoxicación alimentaria", sentencia otra indignada.

La respuesta: "Desde el principio se dijo que serían los 35 ayudantes de los jueces los que probarían los platos. Es verdad que no se probaron todos los platos, pero es que no se evaluaba sólo el sabor. Muchos platos fueron descartados por la presentación. Tras la cata hubo 40 minutos de deliberación. Alguno de los jueces —Jordi Cruz, Pepe Rodríguez y Samantha Vallejo Nájera— quiso probar personalmente ciertos platos, pero en general se fiaron del criterio de los ayudantes", explica la productora, que admite la posibilidad de que algún miembro de la organización no diese en algún momento la información adecuada, pero que niega cualquier tipo de manipulación o estafa.

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