No era un clásico más. Los malos resultados de ambos en Champions (especialmente del Barça) y la escasa emoción en la Liga convertían esta vuelta de las semifinales de la Copa del Rey en un partido trascendental en la temporada de ambos, especialmente en la del Real Madrid. La superioridad blanca fue absoluta, con un Cristiano imperial, y el desenlace (1-3) da aire al equipo blanco y ahoga al culé.

Desde que Pep Guardiola llegó al Camp Nou allá por el año 2008, el Barça había sido el gran dominador de los duelos entre ambos equipos. Goleadas y superioridad insultante en muchos duelos o igualdad en otros con victorias para ambos contendientes, pero nunca el Madrid había sido claramente mejor que el eterno rival.

Esta vez, el equipo de José Mourinho dominó el duelo desde el primer momento. Presión arriba y en el centro del campo, robos de balón continuos y auténticas flechas en cuanto tenían la posesión, pronto se vio que había dos velocidades muy distintas entre ambos equipos. El Barça tenía la posesión, sí, pero de manera casi inofensiva, con sus jugadores muy estáticos y sin la brillantez habitual.

En uno de esos robos llegó el primer golpe del Real Madrid. Cristiano se quedó solo con Piqué como oposición, rompió al central y fue derribado dentro del área. El luso no perdonó desde los 11 metros.

El tanto blanco no hizo más que acrecentar las dudas de los culés. Con su guía Xavi desaparecido, y con Messi apático y sobremarcado, solo Iniesta dio la cara en un equipo irreconocible. Solo una falta lanzada por 'la Pulga' asustó de verdad al Madrid. Pudo matar el Madrid antes del descanso, pero el pase final no llegó y los misiles de Cristiano no encontraron su objetivo.

El esperado arreón tras el descanso azulgrana llegó, pero duro apenas unos minutos. Un asedio que nada tuvo que ver con los que acostumbra este Barça y que acabó con un contragolpe feroz de Di María, que sentó a Puyol, su disparo lo desvío Pinto y Cristiano, omnipresente, puso la puntilla a la eliminatoria.

Con el Barça totalmente muerto, Varane, majestuoso, puso la guinda a otro perfecto partido con un golazo de cabeza. El postrero tanto de Jordi Alba no empañó la exhibición de un Real Madrid magistral.

1 - Barcelona: Pinto, Dani Alves, Piqué, Puyol, Jordi Alba; Busquets, Xavi (Thiago, m.74), Fàbregas (Villa, m.59); Pedro (Tello, m.71), Iniesta y Messi.

3 - Real Madrid: Diego López, Arbeloa, Varane, Ramos, Coentrão, Khedira, Xabi Alonso (Essien, m.84); Özil (Pepe, m.78), Di María, Cristiano Ronaldo e Higuaín (Callejón, m.70).

Goles: 0-1, m.13: Cristiano Ronaldo, de penalti. 0-2, m.58: Cristiano Ronaldo. 0-3, m.68: Varane. 1-3, m.89: Alba

Árbitro: Undiano Mallenco (Colegio Navarro). Mostró cartulina amarilla a Piqué (m.13), Arbeloa (m.37) y a Puyol (m.40).

Incidencias: Partido de vuelta de semifinales de la Copa del Rey disputado en el Camp Nou ante 95.002 espectadores. Antes del inicio del encuentro se guardó un minuto de silencio en memoria de Antoni Puyol, presidente de la Federación Catalana de Fútbol entre 1989-2001, recientemente fallecido. A un cuarto de hora para el final, desde la zona en la que se encontraban los seguidores del Real Madrid se lanzó una bengala.