Arte y verdad en una muestra de creadores con síndrome de Down

  • Por primera vez una muestra exhibe las imágenes y los textos de setenta fotógrafos con síndrome de Down.
  • 'Kamikazes de la imagen' es el resultado de un proyecto único en nuestro país llevado a cabo a través de talleres de fotografía impartidos en diversos lugares.
Vlad, uno de los fotógrafos de la exposición 'Kamikazes de la imagen'.
Vlad, uno de los fotógrafos de la exposición 'Kamikazes de la imagen'.
Vlad, uno de los fotógrafos de la exposición 'Kamikazes de la imagen'.

Fotografían lo que probablemente nunca se atrevería a retratar un profesional, o no al menos del modo compulsivo, ingenuo, casi brutal en que ellos lo hacen, y sin embargo el resultado de estos setenta fotógrafos con síndrome de Down es tan artístico (a veces mucho más) que el de algunos nombres buenos.

Este hecho, su manera de encontrar imágenes sin buscarlas, el modo en que lo hacen y lo explican, explica el título de la muestra: Kamikazes de la imagen, en el espacio CentroCentro (Cibeles,1, Madrid).

Según la comisaria, directora de Nophotovoz y profesora de los talleres, Eva Sala, el retrato es lo que más les gusta, y señala su energía, sus ganas, su fuerza. "Hay en su trabajo mucha frescura, y además son muy directos".

Cuenta Sala divertida que uno de los participantes en los talleres realizados gracias a Down España, Obra Social La Caixa, Nophoto y CentroCentro, le dijo: "Lo que más me ha divertido ha sido enseñar los calzoncillos para fotografiarlos".

Las palabras también cuentan

Es la primera vez que setenta fotógrafos con síndrome de Down exponen sus imágenes acompañadas de sus propios textos. Son las palabras que nos dan para contarnos su imagen lo más novedoso, así como la amplitud de los talleres que aspiran a abarcar cada vez más lugares de España y cuya duración ha sido de un año entero.

Palabras que surgen de sus propias fotos y que dicen, sin pudor y con mucha verdad, lo que les produce verlas: "En el futuro voy a estar contento. Y ya está", es uno de los textos, o "Me gustaría tener pareja, pero de aquí no. Paula Echevarría, la mujer de Bustamante, me gustaría tenerla de novia..."

Entre todas las que componen la primera parte de la exhibición: Mosaicos, es difícil decantarse por alguna, pero llama la atención de uno de los textos: "Mis sueños son hacer poesía y dibujar". El responsable es Vlad, que cuenta a 20 Minutos lo feliz que se siente al ver su trabajo expuesto. "Me siento feliz al ver la foto. Lo importante es salir a la vida".

Luis Miguel Sánchez, con dos imágenes expuestas, optó por acompañar una de ellas, en la que se ve un abrazo, por un sencillo pero a su vez complejo: "Puntos suspensivos". Su respuesta es tan directa como sus fotos: "Porque es el abrazo a una amiga, y la quiero como amiga no como otra cosa".

"Tengo 22 años y en un futuro me gustaría tener un trabajo fijo", o "He hecho esta foto porque tengo 17 años"... son otras de las frases que acompañan las imágenes.

La segunda parte de la muestra está centrada en dos artistas: Marc Castells (1988), que capta con su cámara todo tipo de plantas y siempre desde arriba o desde abajo, nunca de frente; y José Manuel Sicilia (1995), cuyo objetivo siempre busca grietas, agujeros, alcantarillas, lugares por los que asomarse a otros mundos.

A pesar de la fiebre, ha acudido José Manuel a la inauguración de la exposición, acompañado de su hermano pequeño y su padre, quien nos cuenta lo emocionado que lleva su hijo desde hace varios días y la mala suerte que ha tenido al  haberse puesto enfermo justo ese día.

No le deja la gripe mucha voz, pero sí la suficiente para contarnos lo orgulloso  que está. Y por supuesto su deseo: "Me gustaría ser policía y médico". Y es que ellos son la prueba, no sólo en fotografía, de ese atrevimiento que tanta falta nos hace. No sólo retratan lo que un fotógrafo probablemente no osaría plasmar, también desean lo que la mayoría ni siquiera se permitiría pensar.

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