El Gobierno de Cantabria respaldará a la Fundación Julio de Pablo en la difusión de la vida y obra de este ilustre pintor camargués, nacido en Revilla de Camargo en 1917 y fallecido en 2009 en Torrelavega.

Así se lo ha transmitido el presidente regional, Ignacio Diego, al presidente del Patronato de la institución, José Ramón Rodríguez Altónaga, a quien ha recibido este martes en la sede del Ejecutivo para conocer de primera mano la labor que lleva a cabo la Fundación y trasladarle su apoyo y reconocimiento personal a la figura de Julio de Pablo.

Diego ha resaltado la importancia de divulgar y transmitir a las nuevas generaciones el amplio y rico legado de los más ilustres artistas cántabros, entre los que ha situado a Julio de Pablo.

Por su parte, Rodríguez ha agradecido la disposición de colaboración del Gobierno cántabro y particularmente del presidente, a quien ha informado de una serie de actos que se van a llevar a cabo para "mantener vivo" al pintor. Entre ellos destaca la organización de una exposición retrospectiva de toda la obra de Julio de Pablo, que se celebrará en septiembre en la Biblioteca Central de Cantabria y en la que se mostrarán cerca de 200 obras del autor, entre óleos, cerámicas, dibujos y guaches.

Asimismo, se publicará un libro con contenido biográfico y personal del creador, en el que varios artistas realizarán un estudio científico de su obra y personas cercanas a él aportarán detalles de su vida. La Fundación también pretende confeccionar un catálogo razonado de sus trabajos y otras iniciativas en colaboración con el Ayuntamiento de Camargo para difundir su figura, especialmente entre los más jóvenes.

La Fundación Julio de Pablo se creó en 2011, aunque su inscripción oficial en el registro data de abril de 2012. Sus socios fundadores son miembros de la familia Rodríguez Altónaga, a quienes, por su amistad y conocimiento de su obra, el pintor delegó la promoción de su legado artístico.

La actividad del pintor comienza en 1947 con una exposición en el Ateneo y concluye en 2004, año en el que pinta su último cuadro, titulado 'Fin de curso', a los 87 años de edad. Julio de Pablo es uno de los nombres más destacados de la pintura montañesa del siglo XX junto a otros como Manolo Raba, Enrique Gran, Eduardo Sanz, Agustín de Celis, Ángel Medina o Gloria Torner.