Bersani gana el Congreso y la alianza de Berlusconi pide no declarar todavía un ganador

Pier Luigi Bersani vota en Piacenza para las elecciones italianas.
Pier Luigi Bersani vota en Piacenza para las elecciones italianas.
EFE/EPA/PIER PAOLO FERRERI
Pier Luigi Bersani vota en Piacenza para las elecciones italianas.

Italia se encamina a la ingobernabilidad tras las elecciones generales, en las que se impuso por un estrecho margen en número de votos el centroizquierda, y de las que sale un Senado sin una mayoría clara, con la remontada electoral lograda por la coalición de centroderecha del ex primer ministro Silvio Berlusconi.

Los resultados definitivos de las elecciones legislativas confirman que la Cámara de Diputados quedará en manos de la coalición de centro-izquierda de Pierluigi Bersani y que ninguna formación ha conseguido hacerse con la mayoría absoluta en el Senado, lo que amenaza la gobernabilidad del país.

El complejo sistema electoral italiano ha propiciado que, aunque el Movimiento Cinco Estrellas, de Beppe Grillo, haya sido el partido político más votado, con 8.688.545 sufragios, el equivalente al 25,55%y 108 diputados, no ostente la mayoría absoluta.

A pesar de que el Partido Democrático de Bersani ha conseguido 46.000 votos menos que el Movimiento Cinco Estrellas, lo que equivale al 25,41 por ciento, al coaligarse con otras tres formaciones izquierdistas ha sumado 10.047.507 sufragios, lo que automáticamente le concede el regalo de los 340 diputados, 25 más de los necesarios para la mayoría absoluta. En tercer lugar se sitúa la coalición derechista del ex primer ministro Silvio Berlusconi, que se ha adjudicado el 29,18% de las papeletas (9.923.100), el equivalente a 124 diputados.

Por detrás, se encuentra el primer ministro saliente Mario Monti, cuya alianza de centro-derecha —que pretendía ser una alternativa a Berlusconi— ha conseguido un 10,56% de los votos (3.591.560), es decir, 456 diputados.

Ingobernabilidad

Se presenta un panorama complicado para el país, en el que la formación de un gobierno estable no parece factible, a tenor de las declaraciones que han realizado en los últimos días los líderes de las distintas opciones.

Bersani admitió tras las elecciones que "se abre una situación muy delicada" para el país, y manifestó que su formación gestionará "la responsabilidad" que les han conferido las urnas "en el interés de Italia". La coalición de centroderecha, por su parte, ha pedido al Ministerio del Interior que no declare un ganador, dado lo ajustado en porcentaje y número de votos con el centroizquierda.

En una comparecencia de prensa en Roma, el exministro de Justicia Angelino Alfano, secretario político del Pueblo de la Libertad (PDL) de Berlusconi, aseguró que los resultados del Ministerio de Interior son solo "oficiosos" y "sujetos inevitablemente a un margen de error".

"En estas condiciones, como siempre ocurre en Estados Unidos, la autoridad que se encarga de la difusión de los datos oficiosos no puede hacer otra cosa que declarar el 'too close to call', es decir la imposibilidad de declarar al vencedor considerada la diferencia irrisoria de votos a nivel de porcentaje y en términos absolutos", añadió. Un resultado tan dispar como el que por el momento se presenta podría arrastar de nuevo a Italia al abismo de la quiebra. El país está siendo vigilado de cerca por Bruselas y los mercados, que ven en un Gobierno de Bersani con apoyo de Monti como la mejor garantía para llevar a cabo las reformas.

Esta exigencia de la coalición de Berlusconi llega después de que con la práctica totalidad del voto escrutado en territorio italiano en la Cámara Baja solo existan 0,39 puntos de diferencia entre el porcentaje de voto del centroizquierda, ganador con un 29,56 % (10.009.767 votos), y el del centroderecha, segundo con un 29,17 % (9.879.752 votos). Esta cuestión es clave, pues el sistema electoral italiano prevé la atribución de una serie de escaños extra, en concepto de premio por mayoría, a la coalición que obtiene el mayor número de votos.

El Senado, sin mayoría clara

Este premio de mayoría beneficia, sin embargo, al centroderecha en el Senado, que arroja un escenario sin mayoría clara, aunque con más votos del centroizquierda, pero donde estos escaños extras se reparten región por región, siendo clave el resultado de la populosa Lombardía (norte), habitual caladero de votos conservadores y que aporta casi una cincuentena de senadores.

La coalición de Berlusconi, quien había lanzado como promesa estrella la devolución del impuesto sobre la vivienda habitual pagado en 2012, se lleva el premio de mayoría de Lombardía, con un 37,62 % de los votos, frente al 29,73 % del centroizquierda de Bersani.

Este resultado, junto a los de otras regiones, arroja un escenario en el que, con un total de 315 miembros electos, el centroizquierda conseguiría 119 escaños en el Senado, frente a los 110 del centroderecha de Berlusconi, los 56 de Grillo y los 19 de Monti.

Con una mayoría absoluta cifrada en 158 senadores, Bersani necesitaría buscar aliados y no le sería suficiente ni siquiera con los senadores de Monti, lo que puede traducirse en un bloqueo en este hemiciclo, donde parece poco probable que la antipolítica defendida por Grillo esté dispuesta a pactar con los partidos tradicionales.

Ya en 2006, el Gobierno de centroizquierda de Romano Prodi que salió de las urnas vivió una situación inestable (duró solo cerca dos años), con un Senado en el que tenía mayoría gracias al apoyo de los senadores vitalicios.

Gran resultado de Grillo

Además, el gran resultado de Grillo25,5% en Cámara de Diputados y 23,8 en el Senado—, sin duda el vencedor moral de estas elecciones, complica aún más la tarea, puesto que su movimiento no sería un fácil aliado para el centro-izquierda pero sería un socio imposible para el centro-derecha.

"Berlusconi y Bersani son unos fracasados, han llegado a este país a la catástrofe", ha aseverado el cómico en su primera reacción tras conocer los buenos datos -a falta de resultados definitivos—. Asimismo, ha subrayado que "devolver el país a Berlusconi durante seis meses o un año sería un crimen galáctico". "Haremos todo lo que prometimos en campaña", ha aseverado.

Mientras Monti y su propuesta de centro, con un resultado alejado de las expectativas depositadas en él por los que le han respaldado para seguir en el cargo, no suponen un respaldo que pueda hacer caer la balanza del lado del centro-izquierda para poder gobernar.

Además, el primer ministro saliente ha señalado recientemente que no podría formar parte de una alianza con Bersani en la que también esté el líder de Izquierda Ecología Libertad (SEL), Nichi Vendola, un excomunista y homosexual. Tampoco parece posible que dé su respaldo al centro-derecha, tras las duras críticas que Berlusconi ha hecho en su contra durante la campaña.

¿Elecciones anticipadas?

Ante este panorama, y descartada también una gran coalición como la que en su día gobernó Alemania, algunas voces en las filas del Partido Democrático han hablado ya de nuevas elecciones, si bien el 'número dos', Enrico Letta, cree que ésta no es la mejor opción.

Letta ha subrayado, antes de que se conocieran los resultados finales, que "quien gane en la Cámara deberá tener el honor de la responsabilidad de formular las primeras propuestas al presidente de la República", Giorgio Napolitano, quien ha confiado pueda ayudar "al sistema político a encontrar la mejor solución".

Por su parte, en el Pueblo de la Libertad no dudan en atribuir el gran resultado obtenido, muy por encima de lo que les auguraban los sondeos hace unos meses, a Berlusconi, que una vez más parece resurgir de sus cenizas cuando se le daba por perdedor.

Berlusconi, que ha seguido los resultados desde su residencia en Arcore, ha resaltado que estaría dispuesto a colaborar con Bersani pero solo para sacar adelante reformas como la electoral o la de la justicia. Ahora bien, informa La Repubblica, el ex primer ministro no está dispuesto a una gran coalición y "sacar las castañas del fuego" al centro-izquierda.

Varapalo de Monti

Entre los montinianos, por contra, reina la decepción, si bien el primer ministro saliente se ha mostrado "satisfecho" por los votos recibidos y porque millones de italianos se han decantado por la propuesta "valiente" de 'Opción Cívica', que se presentó hace menos de dos meses. Monti ha hecho hincapié en que el país "tiene garantizado un gobierno" y ha pedido "transparencia" en su formación.

El líder de Futuro y Libertad, Gianfranco Fini, otrora aliado de Berlusconi pero que rompió con él y ha respaldado a Monti, no ha dudado en calificar el resultado de "absolutamente negativo". "Temo que para Italia lo peor está aún por venir", ha prevenido.

Por su parte, su otro gran valedor, el líder de Unión de Centro (UDC), Pierferdinando Casini, que también fue aliado de 'Il Cavaliere' en su día, no ha dudado en admitir la derrota cuando apenas había comenzado el escrutinio, reconociendo que su resultado estado "por debajo de las expectativas". Asimismo, y a su pesar, no ha dudado en felicitar a Berlusconi por su "campaña memorable" y porque "se ha confirmado como el animal político número uno".

Participación del 75,17%

Según los datos confirmados por el Ministerio del Interior, se ha reflejado un descenso de cinco puntos en la participación en comparación con los comicios de 2008.  En concreto, el 75,17% de los electores ha votado a sus representantes en la Cámara de Diputados. En las anteriores elecciones, el índice de participación para la Cámara Baja fue del 80,5%.

Para el Senado ha votado un 75,19% de los electores, también por debajo del 80,46% registrado en 2008, según los datos comparativos publicados en su página web por Interior, ya con los cálculos definitivos.

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