El primer 'cyborg' del mundo aboga por dotar al ser humano de nuevos sentidos a través de la tecnología

Neil Harbisson, el primer 'cyborg' reconocido del mundo, apuesta por usar la tecnología para que los seres humanos cuenten con nuevos sentidos que ya están en la naturaleza, como la capacidad de percibir el color ultravioleta o saber de manera instintiva dónde se encuentra el norte, tal y como les sucede a algunos animales.
Neil Harbisson, el primer 'cyborg' del mundo
Neil Harbisson, el primer 'cyborg' del mundo
Europa Press
Neil Harbisson, el primer 'cyborg' del mundo

Neil Harbisson, el primer 'cyborg' reconocido del mundo, apuesta por usar la tecnología para que los seres humanos cuenten con nuevos sentidos que ya están en la naturaleza, como la capacidad de percibir el color ultravioleta o saber de manera instintiva dónde se encuentra el norte, tal y como les sucede a algunos animales.

Harbisson ha realizado esta reflexión en declaraciones a los medios antes de impartir en la Facultad de Psicología de la Universidad de Granada la que será su única conferencia en España, que se desarrollará bajo el título 'Sonocromatismo y Ciborgismo'.

Formado en composición musical y fotografía, Harbisson nació con acromatopsia, un problema visual que le obliga a observar el mundo en blanco y negro y que le hacía sentir "socialmente excluido". A los 20 años creó junto a un compañero que conoció en la universidad un chip que, insertado en su nuca, traduce en notas musicales los 360 colores distintos que Neil puede ver a través de un lector que lleva al lado del ojo.

Desde entonces, dedica su vida a profundizar en el uso de la tecnología como una herramienta de cara a la implantación de dispositivos electrónicos en el cuerpo que permitan, como ya está ocurriendo, que una persona sorda vea los sonidos o percibir sensaciones gustativas al tocar un objeto.

Para Neil Harbisson, la percepción del mundo ha cambiado en relación con el resto de seres humanos, pues para él las voces también desprenden colores, en función de la frecuencia emitida por el hablante; las caras tienen un sonido particular y hasta ha modificado su forma de vestir: "si antes me vestía de modo que quedara bien, ahora lo hago de modo que suene bien".

Tras años de perfeccionamiento, este joven de padre irlandés y madre española criado en Mataró (Barcelona), ha asimilado a la perfección una amplia paleta de colores, incluido el ultravioleta, ligada a notas musicales y de hecho su cerebro lo reproduce por sí mismo cuando Neil sueña.

A través de la organización que preside, Fundación Cyborg, Harbisson defiende que los seres humanos deben dejar de usar la tecnología como una herramienta e implantarse los dispositivos electrónicos en el cuerpo que requieran para "expandir" sus sentidos.

Se trata, según ha explicado, de inspirarse en sentidos que ya están en la naturaleza aunque no los tenga el ser humano, un avance que, según ha augurado, "nos vamos a acostumbrar a ver en este siglo", a través de la inserción de elementos mecánicos, electrónicos y cibernéticos.

También trabaja para promover la cibernética como un movimiento cultural y por defender los derechos de las personas que llevan implantados estos dispositivos, de modo que sean considerados como parte de su cuerpo.

De hecho, ha relatado que en 2004 el Gobierno británico le prohibió renovar su pasaporte porque, según las normas vigentes, no se permite aparecer en la fotografía de este documento con aparatos electrónicos en la cabeza. Harbisson alegó que, tras su operación, se había convertido en un 'cyborg', y que su ojo electrónico debía ser considerado como parte de su imagen.

Finalmente, la justicia británica le dio la razón, convirtiéndose así en el primer 'cyborg' reconocido oficialmente por un Gobierno.

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