El inicio hoy del Congreso Mundial de Móviles (MWC) supone un reto de seguridad y de movilidad para el área de Barcelona, puesto que se esperan 70.000 congresistas de 200 países hasta el jueves en el recinto ferial de la Gran Via y, a la vez, comporta un encarecimiento de precios, que en el caso de los hoteles hasta se triplican.

Para hacer frente a este reto, se despliegan 1.600 mossos d'esquadra y policías locales, además de un millar de vigilantes de seguridad privada. En transportes, la zona de la pl. Europa (FGC) y el enlace con el metro en la pl. España serán dos puntos clave para evitar las aglomeraciones, mientras que la entrada de coches por la Gran Via será otro enclave neurálgico a nivel de tránsito.

El acontecimiento contará con más espacio —con un total de 94.000 metros cuadrados, frente a los 70.500 del recinto Montjuïc—, más de 3.000 ponentes, representantes gubernamentales de 140 delegaciones —que tratarán temas como los problemas de espectro—, más presentaciones de nuevos productos, e incluso más oferta de restauración, con 49 puntos de venta fijos y móviles.

El número de expositores será similar, sobre 1.500, aunque tendrán instalaciones más grandes, como por ejemplo la empresa china Huawei, que cuenta con un stand de 3.000 metros cuadrados.

La previsión era llenar el recinto Gran Via en unas tres ediciones, pero este primer año ya se ha colgado el cartel de completo y se han acabado las limitaciones de espacio de las últimas citas del congreso, al que se le habían quedado pequeñas las instalaciones de la plaza España.

Entre las novedades figuran espacios para contactos de negocios entre varios de los ocho pabellones de Gran Via y al aire libre, así como mejoras para los asistentes en las comunicaciones móviles de voz y datos y en el acceso wifi, con 270 puntos de conexión.

El MWC 2013 contará también con la novedad de una reproducción de La ciudad conectada, un espacio en el cual se podrán ver las últimas novedades tecnológicas móviles aplicadas a comercios, transporte y servicios urbanos, entre otros.

Los profesionales que acudan en el congreso también podrán experimentar en la feria con la tecnología NFC, que permite pagar con el móvil y descargar rápidamente grandes volúmenes de información, y podrán utilizarla en el Aeropuerto de Barcelona, algunos taxis, hoteles, restaurantes y comercios de Barcelona.

Seguirán los espacios de aplicaciones e innovación, y entre los ponentes de las conferencias figuran 300 altos directivos, como presidentes y consejeros delegados de multinacionales como AT&T, Vodafone, Nokia, Ericsson, Mozilla, Telefónica, Dropbox y General Motors.

En 2012, el congreso tuvo un impacto de 301 millones de euros en la economía local y permitió crear 6.485 ocupaciones, cifras que la organización ha confiado a aumentar este año dados los nuevos récords esperados. Desde la primera edición en Barcelona en 2006, el número de asistentes se ha multiplicado por cuatro, y en los últimos cinco años los expositores se han duplicado.

El Mobile World Congress servirá 15 toneladas de comida durante su celebración en sus 49 puntos de gastronomía, la mitad de ellos gestionados por Gastrofira.

En estos establecimientos se servirán comidas típicas de diferentes países del mundo, como Italia, China, Japón y el India, y también será posible encontrar cocina especializada, entre ellas Halal, Kosher y vegetariana. Para hacerlo posible, dentro del recinto trabajarán 715 camareros y 285 cocineros y, como novedad, circularán bicicletas con remolque que repartirán sushi y hamburguesas.