La Audiencia de Málaga ha confirmado la sentencia que condenó a una mujer, administradora de una empresa y dueña de un establecimiento de venta al por mayor, donde policías se incautaron de cientos de artículos falsificados que imitaban a los de diferentes marcas de renombre. La Sala ha ratificado los seis meses de prisión y la multa de 3.600 euros impuesta a la acusada.

El Tribunal de apelación rechaza, en una sentencia a la que ha tenido acceso Europa Press, los recursos presentados frente a la resolución dictada por el Juzgado de lo Penal número 14 contra la procesada, propietaria desde mayo de 2007 de una sociedad dedicada a la compraventa, importación y exportación de artículos y al comercio al por mayor.

La investigación comenzó en abril de 2008 cuando agentes de la Policía Local de la capital fueron requeridos por una persona que había comprado diversos artículos en el establecimiento de la acusada, la cual, decía la resolución, "se había negado a reflejar la marca de los mismos en una factura". Por esto, los efectivos policiales se personaron en dichas instalaciones.

Allí, según se declaró probado en la sentencia, los agentes se incautaron de una serie de artículos que estaban en el establecimiento, los cuales "imitaban" a diferentes marcas comerciales y estaban "con el propósito de comercializarlos", todo ello "sin el consentimiento de los titulares registrales y a sabiendas de su falsedad".

En concreto, según se precisaba, en el establecimiento, ubicado en un polígono de Málaga capital, se intervinieron casi 300 bolsos en los que constaban signos distintivos de una marca, 132 gorras, 11 cinturones y más de 300 monederos-carteras, todo "sin la correspondiente licencia de las entidades de las respectivas marcas registradas".

Por estos hechos, la mujer fue condenada por un delito contra la propiedad industrial y se le impuso una pena de seis meses de prisión y multa de 3.600 euros. Además, se acordó el comiso de los efectos intervenidos, así como su destrucción. Esta sentencia fue recurrida por la defensa de la acusada y por la representación de una marca, aunque ambos recursos han sido desestimados.

En lo que respecta al recurso de la procesada, en el que se alegó error en la valoración de la prueba, la Sala avala la conclusión de la jueza que juzgó el caso de que la acusada "tenía pleno conocimiento de que los artículos que estaba vendiendo en el establecimiento y que le fueron interceptados no eran auténticos", al haberse valorado "correctamente" la prueba.

Sobre el recurso de la representación de una de las marcas, en el que solicitó que se fijara una indemnización en la ejecución de la sentencia, el Tribunal de apelación señala que "no se han acreditado ni mínimamente los perjuicios materiales ni morales", algo que le corresponde "a quien los reclama", apuntando que no se ha practicado prueba al respecto.