¿Qué pasa en el Festival de Alicante?

[Haciendo uso de su derecho a réplica, el director del Festival de Alicante Vicente Seva ha respondido a las críticas de Antonio Sempere en nuestra web. Puedes leer su texto aquí]

Dada la escabechina que ha supuesto la crisis para los certámenes de cine en España, el hecho de que el Festival Internacional de Cine de Alicante siga su andadura debería resultar alentador: desde 2004, cuando nació como una competición de cortometrajes, este encuentro se ha celebrado puntualmente en la ciudad mediterránea, y en su edición de este año ha otorgado premios a Juan Diego (por el conjunto de su carrera) y a la película El rayo de Ernesto de Nova Roldán y Fran Araújo, ganadora de la Tesela de Oro al Mejor Largometraje. Promocionado mediante un vídeo en el que Macarena Gómez y Antonia San Juan aparecían caracterizadas como Audrey Hepburn y Marilyn Monroe, el festival despidió su XI edición el pasado 31 de mayo anunciando una asistencia de 16.000 personas entre espectadores y participantes en sus actividades. Un resumen, pues, del que sentirse orgullosos. ¿O no?

Pues, si atendemos a lo que afirma Antonio Sempere, seguramente no tanto. Este periodista, crítico y escritor, que ha ejercido como miembro del jurado en varias ediciones del certamen, publicó el martes 3 de junio un artículo en el diario Información de Alicante cuyo texto describía el festival en términos muy acerbos. Titulada 'El oxímoron', la pieza pinta un panorama en el que la asistencia a las proyecciones es casi nula ("El día de mayor asistencia reunió 5 espectadores", señala Sempere acerca de la muestra de cortometrajes europeos), las cifras se falsean (¿de verdad se presentaron 1.200 cortometrajes y 65 largos españoles?) y el nepotismo campa por sus respetos. Por no hablar, remacha el autor, de la existencia de un premio (el llamado 'Alicante Cinema') cuyo ganador fue anunciado a última hora sin haberse anunciado previamente y sin un jurado para otorgarlo.

¿A qué se debe toda esta presunta acumulación de desmanes? Entrevistado por CINEMANÍA, Antonio Sempere lo deja claro: según él, el Festival de Alicante es un certamen "unipersonal" organizado a mayor gloria de Vicente Seva, director del evento desde su primera edición. Un director éste por el que Sempere no parece sobrado de simpatías: "En Vicente Seva se juntan dos factores: ignorancia y graves carencias cinéfilas, unidas a aires de grandeza", afirma nuestro entrevistado antes de describirle como "un buen organizador de galas y relaciones públicas, nada más que eso". Sempere, quien ya publicó un artículo en 2012 (con el elocuente título de 'El traje nuevo del emperador') sobre la mala gestión en el festival, define este certamen como "dos galas, la de apertura y la de clausura: lo que sucede los cinco días de enmedio no tiene nada que ver".

En opinión de Sempere, pues, el Festival de Alicante nunca ha pasado de ser "un certamen de cortos local", cuya infraestructura y organización no han crecido proporcionalmente en su paso a las ligas mayores. A lo cual hay que sumar el desinterés generalizado por el cine ("Todos están muertos coló una de sus 23 copias en Alicante", indica, "y al pase del estreno el viernes 30 de mayo sólo fue una persona") y, como ya hemos señalado, un nepotismo que a veces clama al cielo. Según nuestro contacto, para participar en el Festival de Alicante basta con ser amigo o conocido de Vicente Seva. Pongamos otro ejemplo, sacado del artículo: el corto La niña (Alberto Carpintero, 2012) no sólo ganó el Premio al Mejor Cortometraje, sino también el correspondiente a la Mejor Actriz. ¿Dónde está el truco? Pues en que, recordemos, la intérprete ejerció como imagen corporativa de esta edición del festival. "No es ético que una persona tan implicada en un festival participe en el concurso", opina Sempere en su texto. "Para eso están las secciones invitadas y especiales". Y, charlando con nosotros, añade un detalle: "Su spot [del cortometraje] se pasó en todas las sesiones [del festival]".

En general, los desmanes que denuncia Sempere pueden ser puestos en paralelo con el destino de los estudios Ciudad de la Luz, también situados en la capital alicantina y que, tras salir a concurso de acreedores en 2011, permanecen actualmente en desuso. "Ciudad de la Luz y el Festival de Alicante tienen en común que fueron un tremendo bluff: humo, fachada, la nada", responde Sempere, citando a continuación una dantesca anécdota según la cual Francis Ford Coppola cobró medio millón de euros por "hacerse una foto en los estudios y mantener una reunión con los alumnos" con ocasión del rodaje de Tetro (una película, todo hay que decirlo, rodada mayormente en Buenos Aires). Por otra parte, Sempere también señala que Vicente Seva "en ningún momento, en ningún medio, de ninguna modo, y en ninguna de las 11 ediciones, ha aclarado los asuntos económicos" de un evento cuyo presupuesto rondaría los 100.000 euros. "Yo no quiero entrar en eso", aclara nuestro entrevistado.

Por otra parte, si el Festival de Alicante registra tal suma de puntos oscuros, ¿no cabría la posibilidad de poner éstos en conocimiento de las autoridades? "¡No serviría de nada!", responde Antonio Sempere. "Las autoridades son cómplices", añade, señalando que Vicente Seva está a partir un piñón con altos cargos de la corporación municipal, entre ellos "varios concejales del PP y la alcaldesa Sonia Castedo". "Para ellos, [Seva] es un concejal más: el concejal de los festivales de cine". Sempere, que afirma haber acudido a más de 50 festivales de cine nacionales y extranjeros sin encontrar jamás un caso similar a este, concluye con una nota de desesperanza: "Lo que más me entristece es que dos días después de haber publicado mi artículo nadie haya publicado otro. El aludido no ha desmentido nada. Pero ha anunciado las fechas del Festival 2015. Ni se inmuta. No pasa nada. Y los partidos y concejales de la oposición no dicen nada. No saben, no contestan".

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