Miyazaki, el fotógrafo que monta su estudio en el bosque o en las copas de los árboles

  • Es el mejor retratista japonés de animales en libertad. Le han llamado "el periodista de la vida salvaje".
  • Trabaja mediante instalaciones robóticas diseñadas por él mismo que le permiten capturar imágenes insólitas de osos, cárabos, zorros, jabalíes...
  • La exposición "El lápiz de la naturaleza" presenta una selección de 130 imágenes de sus casi cuarenta años de dedicación al género.
Uno oso negro intercepta una de las cámaras de Miyazaki y juega con ella
Uno oso negro intercepta una de las cámaras de Miyazaki y juega con ella
© Manabu Miyazaki
Uno oso negro intercepta una de las cámaras de Miyazaki y juega con ella

El cárabo uralense, un ave rapaz nocturna del mismo grupo de los buhos, es tremendamente esquivo y difícil de retratar. El japonés Manabu Miyazaki (1949) tiene un libro entero dedicado a mostrar imágenes sobre el comportamiento de esta especie temerosa. En el subgénero de la fotografía de animales en libertad se puede considerar un triunfo comparable al de un reportero que haya conseguido entrar en una zona prohibida.

No es casualidad que a Miyakazi le llamen "el periodista de la vida salvaje". Desde los años setenta se ha dedicado a retratar a todos los ejemplares de la fauna japonesa y se le considera el mejor en su disciplina. La exposición El lápiz de la naturaleza —en cartel hasta el 14 de abril en el Izu Photo Museum, en Clematis no Oka, a los pies del monte Fuji (Japón)— condensa en 130 fotos su fascinante obra.

No interferir

Cuando decidió deicarse a la disciplina de fotografiar fauna salvaje, Miyazaki entendió que la única manera de no interferir en exceso en el comportamiento de los animales era usar mecanismos que no requiriesen de la presencia humana. Se empeñó en diseñar equipos robóticos que funcionasen automáticamente y con los mecanismos, que fabrica él mismo, ha sido capaz de capturar imágenes insólitas de osos, zorros, jabalíes, buhos, martas...

Para las espectaculares fotos de los cárabos, montó un verdadero estudio en las copas de los árboles, con sensores infrarrojos de movimiento. De este modo fueron las propias aves las que dispararon la foto. El equipo de vanguardia —una vez aceptado por los animales como inofensivo— consiguió algunas de las escasas imágenes nocturnas de esta especie.

Un oso jugando con la cámara

En otras ocasiones el fotógrafo sitúa las cámaras en los senderos frecuentados por los animales o en las copas de los árboles y apuntando al suelo. A veces las sorpresas son mayúsculas, como en la espectacular foto de un oso negro jugando con una de las cámaras mientras es retratado por otra situada enfrente.

En los últimos años Miyazaki se ha dedicado a retratar el progresivo acercamientos de algunas especies salvajes a los núcleos habitados en busca de alimento fácil. El fotógrafo ha colaborado con algunas comunidades de vecinos que le pidieron ayuda para que capturase los movimientos y costumbres nocturnas de los jabalíes y así plantear estrategias que evitasen los destrozos en los sembrados o las viviendas.

El título de la exposición es un homenaje al primer libro ilustrado con fotos, The Pencil of Nature (1844-1846), del inglés William Henry Fox Talbot, uno de los inventores de la fotografía. Éste sostenía que las fotografías son "autorretratos de la naturaleza en los cuales la luz dibuja por sí misma" y la idea ha sido central en la metodología no invasiva de Miyazaki.

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