Los españoles 'invaden' Estados Unidos: en diez años ha crecido su presencia en un 534%

  • Es el grupo con mayor crecimiento porcentual en el país: pasan en 10 años de ser 101.000 a 635.000.
  • La mayoría llega con permiso de residencia en busca de trabajo.
  • El consulado de Los Ángeles registra un 10% más de españoles cada año.
Jordi Lluch se las ha ingeniado para salir adelante. Durante meses se estuvo disfrazando de El Zorro en el Paseo de la Fama de Hollywood para ganar unas propinas.
Jordi Lluch se las ha ingeniado para salir adelante. Durante meses se estuvo disfrazando de El Zorro en el Paseo de la Fama de Hollywood para ganar unas propinas.
JORDI LLUCH
Jordi Lluch se las ha ingeniado para salir adelante. Durante meses se estuvo disfrazando de El Zorro en el Paseo de la Fama de Hollywood para ganar unas propinas.

Hace un mes que Elisa Ortega se marchó de Madrid para probar suerte en Estados Unidos. En menos de una semana desde que envió su currículo, esta educadora social de 28 años ha conseguido dos entrevistas de trabajo. No esperaba que la respuesta fuera tan rápida.

Uno de los puestos es para trabajar con enfermos mentales. El otro, donde de momento le han pedido que regrese para una segunda entrevista, es de consejera en una organización de Los Ángeles que acoge a jóvenes de la calle con problemas. Está considerada una posición básica que se remunera con 12 dólares la hora (unos 2.000 dólares al mes), más seguro médico y vacaciones pagadas. Solo exigen dos años de experiencia, cinco menos de los que Elisa ha trabajado en ese sector.

Ella es parte de la creciente comunidad de españoles que llega a Estados Unidos cada vez en mayor número. Es la comunidad que más ha crecido porcentualmente en ese país, según el último censo: un 534% entre 2000 y 2010, según datos del censo.

"En España mi currículo no sirve de nada y aquí al verlo me han dicho que por qué estoy aspirando a un puesto tan bajo si estoy sobrecualificada, que merezco algo mejor", comenta esta cordobesa que en 2009 completó un máster. "Para mí 2,000 dólares al mes es mucho. En España ganaba 600 euros cuando trabajaba”.

"Les he dicho que para mí el salario es lo de menos, que lo principal es que me guste lo que esté haciendo y que la experiencia que tengo de más se puede compensar con mi nivel de inglés que aún tengo que mejorar. Lo que quiero es poder trabajar".

En su último empleo en España, Elisa estuvo ganando el salario mínimo en una ONG sin tener contrato y donde no pedían tener el graduado social. "Si con siete años de experiencia y un máster es todo a lo que puedes aspirar, entonces mejor te vas".

Residencia por lotería

"Lo único que quiero es tener dignidad y mi país no me la da. Yo siento que España me ha echado. La precariedad es brutal y las condiciones son lamentables", agrega. "Mientras que en España se sigue destruyendo empleo, aquí salen 15 ofertas diarias en mi sector".

Elisa logró el permiso de residencia de Estados Unidos en septiembre pasado al estar casada con un periodista norteamericano que conoció hace cinco años en Guatemala. Después de que las cosas no salieran como ambos preveían en España, decidieron hacer las maletas y emprender rumbo al país de su marido, quien solo logró dar clases de inglés privadas en Madrid.

No es la única que en los últimos meses ha decidido seguir el mismo camino de apostar por Estados Unidos. Carol Santana dejó Las Palmas de Gran Canaria en marzo pasado a pesar de que trabajaba en un laboratorio de productos alimenticios.

Le gustó tanto Los Ángeles cuando estuvo de vacaciones en 2010 que solicitó el permiso de residencia que se obtiene por lotería, con la suerte de conseguir una de las 50,000 visas que se otorgan cada año.

"Ya que me la han concedido, pensamos que había que aprovecharla porque hay gente que muere por esto", comenta Carol, quien emigró con su esposo, ya que el permiso también le benefició a él tras haberse casado en Las Vegas.

En la primera semana consiguieron vivienda, en la segunda compraron un automóvil y en la tercera Carol comenzó a trabajar como encargada del área de fabricación en una empresa de cosméticos.

"He tenido la suerte de que todo lo he conseguido en poco tiempo. Todos mis amigos me piden que les ayude para venir porque han acabado la carrera y no tienen trabajo. Te pasas la vida estudiando para nada o a la espera de una entrevista que no llega”, señala.

El grupo con más crecimiento

Según datos del censo, la comunidad española es el grupo que porcentualmente creció más en Estados Unidos durante la última década. De los 101.035 españoles que se contabilizaban en 2000, el censo de 2010 cifró en 635.253 los españoles registrados en el país, lo que representa un incremento del 534 % frente al 54 % que aumentó la presencia de mexicanos, el grupo de inmigrantes más numeroso con casi 32 millones de personas.

Para Enrique Ruiz Molero, Cónsul General de España en Los Ángeles, el porcentaje sobre el aumento de españoles dado por el censo es “irreal”, aunque confirma que sí se ha visto una mayor presencia española. Tan solo el Consulado de Los Ángeles ha registrado un 10 % más de ciudadanos cada año entre el periodo 2009-2012.

La diferencia de porcentajes puede deberse a la manera en la que se siente identificado cada español. En el registro del censo de 2000 muchos se habrían clasificado como raza blanca en lugar de hacerlo cómo hispanos mientras que en 2010 pudieron especificar su nacionalidad aunque marcaran cualquier opción.

“La forma de preguntar puede inducir a confusión y los datos del Censo no se corresponden a los de los Consulados”, aclara Ruiz Molero. “En el Consulado uno no puede inscribirse como español si no es español. En el censo uno puede declarar que es español sin serlo”.

El interrogante sobre si los españoles se consideran latinos o de raza blanca es algo que todos se cuestionan cuanto tienen que rellenar un documento en el que hay que especificar la etnia.

"La gente siempre se hace jaleo con eso, pero para mí por definición somos de raza blanca porque aquí se entiende que el latino es el que viene de Latinoamérica”, opina Michela Muñoz, quien llegó a Los Ángeles en 2000 con una beca para estudiar el doctorado y desde entonces no ha vuelto a vivir en España. Al concluir los estudios, obtuvo la residencia por lotería y desde 2005 está trabajando para la NASA. Uno de sus últimos proyectos fue estar al cargo del diseño y las pruebas de instrumentos en la misión Juno.

De España a la NASA

"Es un ambiente muy competitivo porque no te puedes relajar ni un momento. Un puesto así en Europa lo tienes de por vida, aquí no. Eso hace que siempre estés pensando en más proyectos", indica Michela, quien se hizo ciudadana estadounidense el año pasado pero sin renunciar al pasaporte español.

"En Europa puedes vivir con menos estrés pero hay mucha gente joven sin trabajo. Aquí hay más oportunidades. Yo siempre quise trabajar en la NASA, pero también es verdad que aunque tengas un buen sueldo, una familia con hijos tiene muchos gastos. Preferiría vivir en España que en Estados Unidos porque es tu país, pero para volverme tendría que ser con un trabajo parecido y hoy por hoy no tengo ninguna oferta".

En cambio, quien tiene claro que no regresaría a España es Jordi Lluch, quien llegó hace tres años a Los Ángeles porque quiere trabajar en la composición de bandas sonoras para películas.

"Lo que me motivó a venir fue el cine. Esto es Hollywood", comenta este valenciano. "En España estaba quemado, me pude haber quedado sin nada. Aquí me vine sin nada y he podido hacer lo que he querido. Sin nada puedes ir subiendo".

Aunque Jordi asegura que nunca ha tenido la sensación de estar en crisis porque ha ido haciendo algunos trabajos esporádicos en televisión, a día de hoy no cuenta con permiso de residencia tras agotarse los nueve meses que como máximo concedía la visa con la que llegó.

Durante meses, Jordi se estuvo disfrazando de El Zorro para sacar algunas propinas tomándose fotos con turistas que caminan por el Paseo de la Fama de Hollywood.

"En Estados Unidos trabajo no va a faltar. Tienes que buscarte la vida y yo voy paso a paso”, añade quien eventualmente se podría beneficiar de una reforma migratoria si los legisladores llegan a aprobar un plan que regularice a millones de personas sin documentos.

Páginas en Facebook

Cada semana, dos páginas de españoles en Los Ángeles que hay registradas en Facebook (Españoles en Los Ángeles y Spaniards in Los Angeles) recogen alguna petición de un español preguntando bien cómo está la situación laboral en este país o pidiendo consejos sobre cómo emigrar.

"Emigrar a Estados Unidos la verdad que no es fácil", comenta por su parte José Sánchez-Miranda Ros, quien se trasladó hace tres años porque su mujer, aunque es española, consiguió el permiso de residencia de Estados Unidos que tramitó una hermana nacida en este país. A sus 32 años, señala que ha tenido que "reinventarse" después de haber trabajado como químico en España y tocado la batería en un grupo que hizo varias giras por Europa y Japón.

"Durante un año estuve ahorrando para venir a vivir a Estados Unidos", recuerda quien trabajó como ingeniero de sonido en unos estudios de grabación en San Diego antes de asentarse finalmente en Los Ángeles. José no descarta llegar a ganarse la vida "dentro del mundillo del punk rock como productor" mientras trabaja evaluando videojuegos.

Guillermo González también pudo emigrar gracias a que su mujer es estadounidense. De otra forma, las opciones se reducen a tramitar una visa de estudiante o intentar lograr que una empresa solicite al trabajador, aunque está opción queda restringida a casos muy especiales porque las compañías deben comprobar con el Servicio de Inmigración que no hay ninguna persona en el país capacitada para el puesto que tienen vacante.

"Al principio te cuesta adaptarte porque es otra forma de vivir, especialmente en Los Ángeles que tienes que ir en coche a todas partes", comenta Guillermo, un sevillano de 30 años que en España trabajó como azafato del AVE y que en Estados Unidos ha empezado a dar clases de flamenco mientras perfecciona su inglés para buscar trabajo. "Me gustaría hacer algo de interpretación ya que estamos en la meca del espectáculo".

"En España somos felices con un trozo de pan y aceite, y aquí necesitas tener un buen coche, una casa y un seguro médico. Son dos cristales distintos para mirar las cosas. En Estados Unidos se mueve mucho el dinero y eso mismo es lo que permite que existan oportunidades".

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