Los Mossos d'Esquadra han detenido en Barcelona a dos italianos por presuntamente pertenecer a la N'Drangheta, la mafia calabresa, y por tráfico de drogas, según ha informado este lunes la Policía catalana.

El primer contacto entre Guarda di Finanza Italiana y los Mossos por un tema relacionado con la N'Drangheta se remonta a 2010 cuando las autoridades italianas pusieron en conocimiento de las catalanas la existencia de una banda especializada en tráfico de drogas en Calabria y Lombardía con conexiones en Barcelona.

Esta organización estaba dirigida por Pasquale C., miembro de la N'Drangheta calabresa y que actualmente se encuentra en prisión en Italia.

Esta intervención de la policía italiana culminó con la incautación de 350 kilogramos de cocaína, así como una importante cantidad de hachís, que, procedente de Barcelona, llegó a Calabria gracias a la colaboración de un miembro de la Camorra napolitana, residente en Castelldefels (Barcelona) y que se encuentra en paradero desconocido.

A mediados de 2012, los Mossos iniciaron una investigación tras conocer que Gugliemo di G., de 47 años, y su sobrino, Rosario di G., miembros de la N'Drangheta emparentados con Pasquale C. y residentes de Barcelona, podían estar relacionados con la gestión, transporte, almacenaje y distribución de grandes cantidades de hachís y cocaína con destino a Italia.

Estas dos personas, de 47 y 30 años, regentaban hasta cuatro pizzerías de Barcelona, pero los investigadores constataron que su alto nivel de vida no se correspondía con los ingresos que conseguían con estos locales.

La Fiscalía de Reggio Calabria ordenó el 13 de febrero una comisión rogatoria internacional para que detuviesen a los dos presuntos integrantes de la N'Drangheta, así como el registro de dos domicilios y dos locales.

Esta operación se enmarca en otra de alcance internacional coordinada por el fiscal Nicola Gratteri, en la que se detuvo a 43 personas por tráfico de drogas y pertenencia a grupos vinculados a la mafia de las regiones de Calabria y Lombardía tras más de dos años de investigaciones.

La droga procedía de Sudamérica y Marruecos, pasando por Barcelona y se trasladaba a Calabria, donde se distribuía; las autoridades italianas han desmantelado un holding vinculado a la mafia calabresa, formado por diversas familias y que hacía negocios con traficantes de drogas de Colombia, Uruguay y Perú.

Los dos detenidos en Barcelona han sido trasladados a la Audiencia Nacional, que ha iniciado los trámites para su extradición a Italia.