La playa de La Garrofera, en El Saler, frente a la que el pasado mes de septiembre quedaron encallados los barcos Celia y Sunrise como consecuencia del temporal registrado en Valencia, ha vuelto a su estado natural tras los daños sufridos por el varado de estas embarcaciones y gracias a los trabajos de regeneración a los que han sido sometidas. Con estas labores, que han concluido este miércoles, se han recuperado 5.400 metros cuadrados de duna y 300 metros lineales de costa.

Asimismo, se ha llevado a cabo la plantación de 15.000 especies vegetales propias de la zona, en concreto, palmito y margalló, y se ha recuperado el fondo marino afectado. Las labores de regeneración han tenido un coste superior a los 600.000 euros, una cantidad que ha sido sufragada por los armadores de los dos barcos que quedaron varados —195.000 euros en el caso del Celia y 423.000 euros en el del Sunrise—.

Las embarcaciones, que no ocasionaron vertidos ni daños personales en esta zona del Parque Natural de La Albufera, lograron salir de la playa el 25 de octubre, en el caso del Celia, y el 1 de noviembre, en el de el Sunrise. La subdelegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Paula Sánchez de León; la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y el director general de Sostenibilidad de la Costa y el Mar del Ministerio de Medio Ambiente, Pablo Saavedra, han visitado esta jornada La Garrofera para conocer los trabajos de recuperación.

Todos ellos han destacado, tras recorrer parte de la playa, la "coordinación" que se ha dado entre todos los que han intervenido en estas labores, así como la "agilidad" con la que se han hecho. A la visita han asistido también el director general de la Marina Mercante, Rafael Rodríguez; el presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV), Rafael Aznar, y la concejala de Playas en el Ayuntamiento de Valencia, Lourdes Bernal, y el edil de Devesa-Albufera, Vicente Aleixandre.

El jefe de la Demarcación de Costas de Valencia, Vicente Ibarra, ha explicado a los asistentes la regeneración realizada tras el "temporal no previsto" que se registró en Valencia y su entorno el pasado 28 de septiembre. Ha recordado que fue una tormenta "fuerte e importante" que provocó "olas de 4,2 metros" de altura junto con vientos de más de 100 kilómetros por hora.

Ibarra ha señalado que este viento, acompañado de agua, impactó en los barcos fondeados en el entorno de la costa de la capital y ha apuntado que entre los 16 ó 17 que había, dos —el Celia y el Sunrise— no lograron salir y fueron a la deriva hasta quedar varados frente a La Garrofera.

ARENA

Como consecuencia de este suceso, ha comentado, la costa empezó a cambiar su línea al alterarse la dinámica del litoral. Ha precisado que la playa creció hacia las embarcaciones y ha agregado que un segundo temporal registrado el 12 de noviembre agravó los daños sufridos en este entorno. Ha indicado que en el caso del Celia se dragaron 28.000 metros cúbicos y en el del Sunrise, 21.000 metros cuadrados a los que se sumaron otros 12.000 del agujero hecho por las hélices.

El responsable de Costas ha aseverado que gran parte del trabajo ha se ha centrado volver a poner la arena en su lugar, dado que no se había perdido sino que había cambiado de sitio en la playa. Además, se aportaron 12.00 metros cúbicos de arena procedentes de El Perellonet. Ha asegurado que tras producirse los varados "siempre" se pensó que los daños eran "reversibles" y ha valorado que finalmente haya sido así como la regeneración de las dunas y la replantación.

Paula Sánchez de León ha manifestado que estos trabajos han sido "un ejemplo de colaboración entre instituciones" y ha destacado que el Gobierno y el Ayuntamiento se pusieron a trabajar en la recuperación "desde el primer momento". Igualmente, ha resaltado los contactos mantenidos con la Generalitat y con los armadores de los buques, "que prestaron las garantías necesarias", para hacer posible esta recuperación.

El director general de Sostenibilidad ha aludido también a la "colaboración" institucional dada para que un "hecho excepcional" y sus consecuencias esté "completamente superado" en "poco tiempo". Ha asegurado que el dinero de la recuperación "no tiene coste alguno para los ciudadanos" porque ha sido asumido por los armadores siguiendo "el principio de quien contamina, paga".

La delegada del Gobierno ha apuntado la complejidad técnica de los trabajos para sacar a los barcos de la playa, así como su rigurosidad y profesionalidad. Ha dicho que éstas se extendieron también posteriormente a las labores de recuperación dunar y de replantación y ha valorado poder disfrutar de nuevo de esta parte de El Saler.

Reserva de la biosfera

En esta línea, Rita Barberá, ha afirmado que "El Saler y, especialmente, la playa de La Garrofera, han vuelto a toda su belleza" tras el varado del Celia y el Sunrise y el "desastre" que esto causó en este entorno. Ha señalado "la agilidad y la coordinación" entre administraciones para "cuatro meses" después poder volver a "disfrutar" de esta playa y de las dunas.

La alcaldesa, por otro lado, que ha destacado el valor medioambiental de todo el entorno de El Saler y del Parque Natural de La Albufera y la inversión hecha para mantener estos espacios, ha avanzado que su equipo de gobierno, a través de una moción, instará a todos los municipios ribereños del lago a respaldar su declaración como Reserva de La Biosfera.