El Parlamento vasco ha aprobado, con los únicos apoyos del PNV y el PSE-EE, la reactivación de la Ponencia de Paz y Convivencia que ya funcionó en el seno de la Cámara en la anterior legislatura. Aunque todos los grupos han reprochado a EH Bildu su falta de autocrítica, la votación ha reflejado la división que sigue existiendo entre los partidos vascos sobre este asunto, ya que la coalición 'abertzale' se ha abstenido y el PP y UPyD han votado en contra.

Al igual que ocurrió en la pasada legislatura, la puesta en marcha de este grupo de trabajo ha estado rodeada por la polémica. El PSE-EE, partido que solicitó la reactivación de este foro en el nuevo Parlamento surgido de las elecciones autonómicas del pasado mes de octubre, decidió posponer durante unas semanas la votación, ante las discrepancias entre los partidos respecto a la fórmula bajo la que debía ponerse en marcha.

EH Bildu se muestra contraria a que este órgano tome como base los trabajos realizados en la pasada legislatura, en la que aprobó un texto en favor de una paz basada en una memoria "colectiva y no neutral", y apostaba por determinar "la responsabilidad de cada cual".

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Por su parte, el PP considera que para participar en este foro, la coalición 'abertzale' debe condenar antes el terrorismo. UPyD se niega a tomar parte en la ponencia, al considerar que supone "asumir la agenda de ETA".

Finalmente, el PNV y el PSE han consensuado una propuesta que plantea la creación de una Ponencia de Paz y Convivencia "que continuará con los trabajos" de la anterior. El texto ha sido aprobado este jueves por el pleno de la Cámara vasca, con los votos a favor de 'jeltzales' y socialistas, la abstención de EH Bildu y el voto en contra del PP y UPyD.