La Conferencia de Obispos católicos de EEUU aprobó el miércoles normas pastorales para los católicos homosexuales que parten de que lo "pecaminoso" es el acto homosexual y no las personas con esa "inclinación", a las que insta a tratar con respeto.
El documento, aprobado con 194 votos a favor, 37 en contra y una abstención en la conferencia celebrada en Baltimore (Maryland), es el resultado de cuatro años de deliberaciones del Comité de Doctrina, además de consultas a los comités Canónico, de Catequesis, de Matrimonio y Vida Familiar, y de Práctica Pastoral.
En todo el documento los obispos se refieren escrupulosamente a las "personas con inclinación homosexual" y no a "los homosexuales".
La Iglesia Católica, apuntaron los obispos, "enseña que los actos homosexuales son inmorales, pero hay una distinción entre el acto homosexual y la orientación homosexual".
"Mientras lo primero es siempre pecaminoso, lo segundo no lo es", agregó el documento.
El asunto es particularmente delicado para esta iglesia que, con más de 64 millones de miembros, es la denominación cristiana más numerosa de EEUU, y en años recientes ha pagado cientos de millones de dólares por los abusos sexuales cometidos por algunos de sus sacerdotes.
Las personas con tal inclinación "deben ser aceptadas con respeto, compasión y sensibilidad" señalan las normas episcopales, que condenan "todas las formas de violencia, desprecio y odio, sean sutiles o abiertas".
No le gusta a los grupos de homosexuales católicos
No obstante, las normas de los obispos no satisfacen a grupos de homosexuales católicos que han bregado porque su iglesia reconozca la igualdad de los homosexuales, bisexuales y personas que han cambiado de sexo.
"Este documento intenta acoger a los homosexuales en una institución que simultáneamente encabeza ataques contra nuestros derechos civiles, nuestras relaciones y familias en todo el mundo", dijo Sam Sinnet, presidente de DignityUSA, uno de estos grupos.
Las nuevas normas pastorales aprobadas por los obispos son, en opinión de Sinnet, "una invitación para que colaboremos a nuestra propia opresión".
El presidente del Comité de Doctrina de la Conferencia Episcopal, Arthur Serrateli, de Paterson (Nueva Jersey), sostuvo que "en términos generales el documento trata de dar la bienvenida más que de condenar" a los homosexuales.
La conferencia indicó que el apoyo y liderazgo de los obispos es "esencial para el éxito de este ministerio. Esto es particularmente importante porque no son pocas las personas con inclinación homosexual que se sienten rechazadas".
El "vínculo matrimonial"
El documento reitera la enseñanza tradicional de la Iglesia Católica según la cual "la sexualidad humana encuentra su plenitud apropiada en el vínculo matrimonial".
"Cualquier acto sexual que ocurra fuera del vínculo indisoluble y vitalicio del matrimonio no cumple los fines propios de la sexualidad humana", afirmaron los obispos.
"Es un acto desordenado en el sentido de que no está de acuerdo con sus fines y es por lo tanto moralmente equivocado".
Las normas aprobadas enfatizan que "es crucialmente importante comprender que cuando se dice que una persona tiene una inclinación particular que es desordenada, no se dice que la persona como un todo es desordenada. Tampoco significa que ha sido rechazada por Dios o la Iglesia".
Los obispos señalaron que, dado que un "número considerable de personas experimentan" la atracción por personas del mismo sexo como una inclinación que no han elegido, surge la cuestión de si esta es o no una situación que puede cambiarse con la ayuda de algún tipo de intervención clínica, o terapia.
"Actualmente no hay un consenso científico sobre la causa de la inclinación homosexual", afirmó el documento. "No hay un consenso sobre terapia. Algunas personas han encontrado que la terapia ayuda. Sin embargo, no hay una obligación moral de intentarla".
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