Responsables de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas acompañarán a la delegación de la Comisión de Peticiones de la UE durante la visita que realizarán a Vigo la próxima semana, con el fin de comprobar el saneamiento de la ría y las gestiones que se están llevando a cabo para eludir una multa por el mal estado de las zonas de marisqueo.

Así lo ha confirmado el conselleiro Agustín Hernández durante una visita a una exposición sobre las obras de la nueva estación depuradora de la ciudad. Así, el conselleiro ha señalado que la Xunta cooperará con esta delegación y ha recordado que, precisamente la construcción de una nueva planta depuradora, resuelve parte de los problemas de contaminación de la bahía viguesa.

"Trasladaremos los avances realizados en cuanto a la situación de las rías", ha apuntado Hernández, quien ha subrayado el "compromiso" del gobierno gallego con la recuperación medioambiental de esas zonas costeras. De hecho, ha apuntado que, los 800 vertidos contaminantes detectados en 2011 pasaron a ser algo más de 300 en el 2012.

La Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo estará, además de en Vigo, en las rías de Ferrol y O Burgo, donde se reunirá con colectivos ciudadanos que han denunciado los niveles de contaminación de estas zonas.

Edar de vigo

Con respecto a la nueva depuradora de la ciudad olívica, el conselleiro ha recordado que los trabajos avanzan para que la planta, que cuenta con una inversión de unos 230 millones de euros -aportados por la Xunta, Acuanorte y el Ayuntamiento de Vigo—, pueda estar operativa a finales de 2015.

Esta semana ha sido licitado el contrato para la construcción del emisario submarino, por 23,2 millones de euros, y está previsto que a finales de este año pueda entrar en servicio la depuradora provisional.

Cuando la obra esté terminada, la EDAR podrá tratar aguas para una población de 800.000 habitantes, y tendrá cuatro veces más capacidad de tratamiento, con un caudal de 12 metros cúbicos por segundo.

Gran parte de las instalaciones estarán bajo tierra, para minimizar el impacto paisajístico del edificio, y dispondrá de medidas especiales para controlar los olores.