El acusado de tratar de asesinar a su exmujer y excuñada dice que solamente fue a "hablar" con ella

J.M.R., el hombre acusado de intentar acabar con la vida de su exesposa y su excuñada empleando una gavilla de hierro y un hacha tras invadir la casa de su expareja en El Ejido (Almería), ha declarado este jueves que acudió al domicilio de la mujer de madrugada con la intención de "hablar" con ella y que "no recuerda" la agresión, si bien ha insistido en varias ocasiones que sí recordaba que la víctima gritó "me estás dando a mí" en el momento de los hechos.

J.M.R., el hombre acusado de intentar acabar con la vida de su exesposa y su excuñada empleando una gavilla de hierro y un hacha tras invadir la casa de su expareja en El Ejido (Almería), ha declarado este jueves que acudió al domicilio de la mujer de madrugada con la intención de "hablar" con ella y que "no recuerda" la agresión, si bien ha insistido en varias ocasiones que sí recordaba que la víctima gritó "me estás dando a mí" en el momento de los hechos.

Durante la vista oral acogida este jueves en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Almería, el hombre ha reconocido ante las preguntas del Ministerio Público y la acusación particular, que interesan para él una pena de 27 años y nueve meses de prisión como autor de un presunto delito de asesinato en tentativa, que acudió de noche hasta la vivienda de su exesposa y aparcó a no menos de 200 metros del domicilio para evitar los ladridos de los perros y otros ruidos.

Así, ha narrado que golpeó varias veces a la puerta y la ventana, si bien al no obtener respuesta, se dirigió hacia un almacén cercano del que sustrajo unos tacos de madera y una cuerda, así como una barra de hierro. Con esto, ha explicado que bloqueó una de las dos puertas de la vivienda y se dirigió hacia la otra, que forzó con la barra de hierro para poder acceder a su interior.

En este sentido, el acusado de 66 años ha explicado que su intención era "hablar" con su exesposa para que "recapacitara" y "pidiera perdón" a un hijo de ambos, con el que previamente había tenido una discusión por teléfono, según ha explicado. De este modo, ha justificado que bloqueó una de las puertas para evitar que la mujer pudiera salir de la vivienda.

Una vez dentro, el J.M.R. ha asegurado que no recordaba nada de los sucedido, de forma que no ha podido explicar las lesiones que sufrieron su exmujer y la hermana de ésta, que acudió en su auxilio desde la casa colindante al escuchar golpes. En cualquier caso, el acusado ha negado que recordara ningún tipo de agresión hacia las mujeres, si bien recuerda que posteriormente se hallaba con "la cabeza cubierta de sangre" y en posesión de un bote que contenía veneno, que también había sustraído del almacén.

El acusado ha explicado a las preguntas de la defensa, que interesa para él la libre absolución o un delito de lesiones aunque reconoce el allanamiento de morada, que su intención era la de hablar con la mujer para que pidiera "perdón" a su hijo, quien estaba pendiente de una intervención.

"cartas con amenazas"

Por su parte, A.M.O. de 55 años y exmujer del acusado, quien también ha declarado durante la vista que se retomará el próximo 14 de febrero, ha afirmado que antes de los hechos, había estado recibiendo cartas con supuestas amenazas que el acusado remitía desde la prisión, donde cumplía condena por la muerte en 1998 del hermano de las víctimas con la ayuda de un sicario.

La mujer, quien pudo contactar con la Guardia Civil momentos antes de que el hombre entrara en la casa, según su testimonio, ha relatado los hechos ya recogidos en el escrito de calificación del Ministerio Público y ha explicado cómo intentó escapar de su vivienda por la segunda entrada aunque no lo consiguió por hallarse bloqueada.

Según recoge el fiscal en su escrito, la exmujer del acusado sufrió múltiples heridas incisocontusas por arma blanca, contusiones y erosiones múltiples, así como un cuadro de ansiedad por el que precisó tratamiento psiquiátrico. Tardó en curar 33 días y le han quedado numerosas secuelas físicas en forma cicatriz.

Su hermana, T.M.O., de 45 años, sufrió heridas graves que precisaron tratamiento médico y quirúrgico para poder estabilizar su estado de salud y suturar las múltiples heridas. Tuvo que ser atendida en el servicio de neurocirugía del complejo hospitalario de Torrecárdenas y precisó, asimismo, tratamiento por salud mental. También le han quedado numerosas secuelas.

El Ministerio Público interesa por el delito de allanamiento cuatro años de prisión aunque aplica el concurso medial con uno de los delitos de asesinato en tentativa, por lo que la pena solicitada es de 14 años y nueve meses de cárcel a lo que hay que sumar otros 13 años por el otro delito de tentativa de asesinato. Pide, asimismo, que el acusado no pueda acercase a las víctimas o comunicarse con ellas en un periodo de 10 años a menos de 500 metros y que indemnice con 60.000 euros a cada una de las hermanas.

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