Los trabajadores de astilleros de Sevilla se concentrarán este viernes para pedir el mantenimiento del uso industrial de la factoría, coincidiendo con la liquidación de la sociedad, que se producirá precisamente este viernes, 1 de febrero.

Fuentes sindicales han indicado a Europa Press que este viernes los trabajadores y representantes de los sindicatos se concentrarán ante la factoría para pedir, por un lado, "la recuperación industrial de la factoría", actualmente cerrada, además de para demandar que "la tareas que se tengan que desarrollar en el único barco existente en la planta, un Viking, las lleven a cabo los antiguos trabajadores de los astilleros sevillanos".

"Demandamos la recuperación del uso industrial para estas instalaciones y que se consiga la reactivación industrial que, a su vez, consiga recuperar el empleo", ha agregado los trabajadores, que precisan que el día 31 de enero es el último día de vida de la sociedad de los astilleros sevillanos, puesto que el día 1 de febrero se acometerá la liquidación de la misma.

Las fuentes han explicado que, una vez liquidada la sociedad, los activos se deberán vender, ante lo que los trabajadores piden que "haya empresas e industrias que se adjudiquen los activos para poder recuperar la actividad industrial en Sevilla y recuperar el empleo".

Asimismo, apuntan que la Autoridad Portuaria de Sevilla, propietaria de los terrenos, está intentando buscar empresas que se instalen allí, aunque indican que "por el momento no tenemos conocimiento de ningún resultado". "No queremos que el inmovilizado de astilleros se vaya a la chatarra, sino apostamos por que se recupere la empresa", han agregado las fuentes.

Marcha de barcos

El sindicato CCOO ha asegurado que ya se han marchado para los astilleros de La Naval de Sestao dos de los tres barcos que aún estaban en las instalaciones de astilleros de Sevilla para su terminación, de forma que, según el sindicato, "se pierden más de 500 empleos que se hubieran generado durante un año".

Las fuentes han asegurado que con esta marcha, "se pierden más de 500 empleos que se hubieran generado durante un año y medio para los dos barcos".

Asimismo, advierten de que está pendiente de que también se marche el tercer y último barco, un Viking, que, según las fuentes, irían a los astilleros de Vulcano, en Galicia, y cuya marcha "supondría perder 800 empleos". En ese sentido, piden que "se puedan realizar el máximo de tareas en la factoría de Sevilla, contratando a los trabajadores despedidos con contratos extinguidos".

CCOO lamenta la "inutilidad" de las administraciones públicas andaluzas, al hacer "total dejación y dejar morir la actividad naval de Sevilla".

Por ello, han pedido a Junta de Andalucía, Gobierno central, Ayuntamiento de Sevilla y Autoridad Portuaria de Sevilla que "no se desmantelen las instalaciones de los astilleros de Sevilla, ni se vendan como chatarra, sino que se mantenga y retome la actividad y el uso industrial de esta factoría". "No queremos que se vendan esas instalaciones y se destruya la factoría y se mantenga la actividad industrial aunque no sea naval", han agregado las fuentes.

Los últimos 58 trabajadores de astilleros de Sevilla terminaron el 31 de diciembre de 2011 sus contratos, en cumplimiento del expediente de regulación de empleo (ERE) de carácter extintivo, aprobado y autorizado por el Juzgado de lo Mercantil, lo que supuso el cierre de las instalaciones tras casi 60 años de historia de la factoría naval.

Desde entonces los trabajadores y sindicados han estado reclamando que esos barcos en construcción, propiedad de una entidad financiera, fueran terminados en la factoría de Sevilla, pedían que se reactivara la fabricación y terminación de esos barcos y se generara carga de trabajo en Sevilla, además de pedir el mantenimiento del uso industrial de las instalaciones navales.