Joe Biden: más que un 'número 2' para Obama, su 'apagafuegos'

  • El vicepresidente de EE UU, a sus 70 años, acumula 35 de experiencia en primera línea política.
  • Se ha convertido en el gran negociador de la administración Obama.
  • Experto en sacar adelante las tareas más difíciles dentro del país, Obama también le confiará complicados retos fuera de EE UU.
  • Biden se define a sí mismo como "una persona sensata para cerrar un acuerdo".
El presidente estadounidense, Barack Obama, junto al vicepresidente, Joe Biden.
El presidente estadounidense, Barack Obama, junto al vicepresidente, Joe Biden.
Michael Reynolds / EFE
El presidente estadounidense, Barack Obama, junto al vicepresidente, Joe Biden.

Enero ha sido un mes de mucho trabajo para el vicepresidente de EE UU, Joe Biden, quien sin descuidar la política exterior tendrá a su cargo en este segundo mandato tareas fundamentales, como presionar por un mayor control de las armas de fuego y negociar con los republicanos en el Congreso.

Por tradición, los presidentes de EE UU suelen dedicar más tiempo a la política exterior en sus segundos mandatos y Barack Obama contará para ello con la reconocida experiencia de Biden, quien ha viajado los últimos cuatro años a China, Rusia, México, Afganistán, Irak, Japón y Turquía, entre otros muchos destinos.

El primer viaje al exterior del nuevo mandato le ha llevado a Alemania para participar en la Conferencia de Seguridad de Múnich, para desde allí partir a Francia y Reino Unido.

Pero Biden, de 70 años, se está convirtiendo "en un jugador muy importante" también en la escena nacional "no sólo porque conoce el Senado y los senadores confían en él, sino porque Obama tiene una gran relación con él", opinó recientemente Norman Ornstein, un veterano analista del American Enterprise Institute (AEI).

El negociador de Obama

Sus 35 años de carrera en el Senado y su disposición a tender puentes han hecho que Obama recurra a él cuando las negociaciones entre el Gobierno y el Congreso se presentan difíciles.

El último ejemplo fue en diciembre pasado, cuando Biden logró un acuerdo a última hora con el líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, para evitar el temido 'abismo fiscal' tras el fracaso de las negociaciones entre Obama y el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner.

"Soy una persona sensata para cerrar un acuerdo". Así se definió Biden a sí mismo en una entrevista con la cadena CNN previa a su segunda investidura como vicepresidente.

Y parece estar cómodo en el papel de negociador y en la búsqueda de acuerdos para lograr, en última instancia, que se cumplan las metas fijadas por Obama, entre las que destaca un mayor control de las armas de fuego tras el tiroteo de diciembre en Newtown en el que murieron un total de 28 personas, incluido el asesino.

Biden lideró un grupo de trabajo encargado de presentar propuestas a Obama para un mayor control de las armas y sus esfuerzos se tradujeron en 23 decretos ejecutivos firmados por el presidente, que también ha pedido la acción del Congreso con nuevas leyes. Además, el vicepresidente lanzó la semana pasada en Virginia una campaña nacional para concienciar a los estadounidenses de la necesidad de reducir la violencia provocada por las armas de fuego y divulgar las medidas planteadas por la Casa Blanca.

Conocido por sus meteduras de pata y con fama de nadar a veces a contracorriente, lo cierto es que actualmente Biden "está abrazando las líneas partidistas y trabajando junto al presidente en algunos de los temas más importantes para el país", según un análisis del canal conservador Fox.

En varios aspectos Biden se ha mostrado más progresista que Obama y en mayo pasado, en un programa de televisión, afirmó estar "absolutamente cómodo" con el matrimonio homosexual, con lo que incitó indirectamente al presidente a expresar públicamente su apoyo a que las personas del mismo sexo puedan casarse.

El matrimonio homosexual se ha colado en la agenda del nuevo mandato de Obama, así como la esperada reforma migratoria, y se espera que Biden desempeñe un papel clave en la conquista de apoyo ciudadano para ambas causas.

Obama siempre destaca de Biden que le dice lo que piensa, no lo que quiere escuchar, y ambos han tenido desencuentros sonados, como ocurrió cuando el vicepresidente aconsejó no impulsar la reforma sanitaria en un momento de dificultad económica o cuando recomendó no lanzar la operación que mató a Osama bin Laden en mayo de 2011.

Una reciente y elocuente petición ciudadana colgada en la página web de la Casa Blanca solicita al Gobierno que autorice la producción de un 'reality show' para documentar las "actividades diarias" de Biden, muy popular entre los estadounidenses. Con más de 2.500 firmas de apoyo recabadas a día de hoy, la petición destaca que Biden "tiene una demostrada capacidad" de lograr consenso entre personas diversas, "ya sea en una mesa de negociaciones o en un restaurante de barrio".

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