La Guardia Civil ha intervenido en Melilla más de 3.000 cajetillas de tabaco de contrabando en lo que va de año, en su gran mayoría de fabricación o comercialización en Argelia y cuyo destino era la venta en la Península dado que este cartón cuesta en Marruecos diez euros y en España 48, lo que supone una diferencia de 38 euros.

Según ha informado a Europa Press un portavoz de la Comandancia de la Guardia Civil, el tabaco de contrabando "se introduce en Melilla a través de los puestos fronterizos terrestres que delimitan la ciudad con el vecino país de Marruecos".

Así ha explicado que "la finalidad de la introducción de ese tabaco en la ciudad, es a su vez, pasarlo posteriormente oculto o por otros procedimientos a la Península, dada la gran diferencia de precio desde su compra en Marruecos, del orden de diez euros el cartón —diez cajetillas—, hasta un precio cercano a los 48 euros en la Península".

El portavoz ha indicado que los controles establecidos por la Guardia Civil, bajo la dependencia funcional de los Servicios de Aduana, tanto en el Servicio de Paquetería de Correos, aeropuerto, como en el puerto, para evitar esta casuística, "han dado como resultado en lo que va de año, la intervención de más de 3.000 cajetillas, que tiene un valor de mercado en Melilla superior a los 85.000 euros".

Según ha detallado el portavoz policial, los procedimientos más usuales en el intento de consumar estas infracciones "se dan con frecuencia en el envío por parte de ciudadanos de paquetes desde el Servicio de Paquetería de Correos u otras agencias de transporte, con destino a localidades peninsulares, envueltos entre ropa u otros enseres".

También en el interior de equipajes de mano que portan los viajeros tanto en vía marítima como aérea e igualmente en dobles fondos de vehículos o entre efectos personales o de otra índole como decoración, muebles u otros.

La Guardia Civil ha hecho un llamamiento a los ciudadanos para informar de que este tabaco carece de las precintas que garantiza su procedencia y comercialización y por tanto "no pueden acogerse al régimen de viajeros para su introducción en la Ciudad".

Así ha advertido que en caso de ser localizado y no declarado, tanto en los controles fronterizos como si posteriormente se trata de pasar a la Península, en todos los casos, "se aplica la legislación que contempla la materia, bien la Ley General Tributaria o la Ley de Contrabando, conllevando la intervención del género y el levantamiento del acta, que pudiera conllevar sanciones dinerarias".