Un joven acusado de un accidente mortal en Blasco Ibáñez evitará la cárcel tras un acuerdo con Fiscalía

Un joven acusado de un accidente de tráfico registrado en diciembre de 2010 en la Avenida Blasco Ibáñez de Valencia, que se saldó con dos personas fallecidas y otra herida, evitará la cárcel tras llegar a un acuerdo con la Fiscalía.

Un joven acusado de un accidente de tráfico registrado en diciembre de 2010 en la Avenida Blasco Ibáñez de Valencia, que se saldó con dos personas fallecidas y otra herida, evitará la cárcel tras llegar a un acuerdo con la Fiscalía.

La vista contra este joven, de 24 años en el momento de los hechos, tuvo lugar este lunes en el juzgado de lo Penal número 10 de Valencia, según han informado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV).

Inicialmente, el ministerio fiscal pedía para este joven cuatro años de prisión, pero finalmente se llegó a un acuerdo con la defensa por el que se le rebajó la pena a los dos años por dos delitos de homicidio por imprudencia, conducción temeraria en concurso con un delito de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas, y lesiones por imprudencia.

De esta forma, y al no tener antecedentes, el joven, quien también fue condenado a cuatro años de privación del permiso de conducir, evitará la entrada en prisión. Asimismo, tendrá que volver a examinarse por extinción de la vigencia de dicho carné. Con anterioridad al juicio, el joven consignó el pago del importe correspondiente a la responsabilidad civil.

El accidente tuvo lugar en diciembre de 2010, cuando el acusado, quien conducía en un turismo, colisionó contra un taxi en el cruce de la Avenida Blasco Ibáñez con Gómez Ferrer. Como consecuencia, fallecieron dos jóvenes que viajaban en el asiento trasero del taxi, y el conductor del mismo resultó herido.

El procesado había consumido previamente alcohol, lo que disminuía claramente sus facultades para controlar el turismo, propiedad de su madre. Así, el primer resultado de la prueba de alcohol que se le practicó dio un resultado de 0,76 mg/l, el triple de lo permitido. La segunda prueba arrojó un resultado similar, de 0,74 mg/l, según apuntó la Policía Local.

El joven, por este motivo, presentaba evidentes síntomas de intoxicación como los ojos acuosos y las pupilas dilatadas, y tenía dificultades para hablar, según recoge el ministerio fiscal en su escrito de calificación provisional.

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