Más de 900 ovejas toman Madrid tras salvar las obras de la M-30

  • Llevaban días esperando en la Casa de Campo.
  • Este recorrido se efectúa desde hace 13 años.
Cerca de un millar de ovejas salvaron, sobre las 9.30, las obras de reforma de la M-30 (EFE).
Cerca de un millar de ovejas salvaron, sobre las 9.30, las obras de reforma de la M-30 (EFE).
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Cerca de un millar de ovejas salvaron, sobre las 9.30, las obras de reforma de la M-30 (EFE).

Unas 900 ovejas recorrieron el domingo el centro de Madrid, en un evento que se viene repitiendo desde hace 13 años, precedidas de un largo cortejo de ganaderos, pastores y habitantes de diversas regiones de España que aprovecharon el paso del ganado trashumante por la capital para lucir sus trajes típicos, mostrar su folclore musical y dar a conocer algunas de sus tradiciones más arraigadas.

El rebaño se topó con la M-30

Finalmente, el ganadero Julio de la Losa, propietario de las ovejas, recibió la autorización municipal, y los rebaños partieron a las nueve de la mañana desde la Casa de Campo, donde permanecían desde hace varios días.

Guiadas por su dueño, varios burros y perros las ovejas discurrieron en fila de dos por una de las pasarelas que cruzan por encima de las obras de la M-30.

El portavoz de Ecologistas en Acción, Juan García, denunció la "precariedad" de esta pasarela, al no estar "ni siquiera recubierta con una moqueta que impidiera que las ovejas y los pastores se resbalaran". "Ha sido penoso e impresentable", dijo García, quien aseguró que el rebaño ha sufrido en media hora un "estrés no habitual".

Hasta el pasado viernes, el paso por la capital del rebaño estuvo en el aire por la exigencia del Ayuntamiento a los ganaderos de acreditar la vacunación del ganado y aportar la documentación exigida para circular por Madrid.

Tras subir la Cuesta de San Vicente, las ovejas recorrieron la calle Mayor hasta llegar a la Puerta del Sol, donde tomaron la calle de Alcalá para acabar el recorrido en la plaza de la Independencia. Desde la Puerta de Alcalá comenzaron a deshacer el camino para regresar a la Casa de Campo.

A lo largo del trayecto, cientos de personas, entre vecinos de Madrid y turistas, contemplaron el paso del ganado, el desfile de vestimentas tradicionales y la exhibición de costumbre populares.

Una de las más espectaculares fue la izada de los pendones con la enseña local, que en algunos casos pesan más de 50 kilos y que porta una sola persona colgado de un cinturón.

Otro de los pastores que acompañaban a los rebaños, José Gutiérrez, de Pedrún de Torio (León), afirmó estar encantado de tener una excusa para venir a Madrid de vez en cuando y aseguró que la gente en la capital "siempre se muestra abierta" con los pastores.

El punto negativo de la fiesta para él fue las luces de navidad que el Ayuntamiento ha colocado ya en algunas de las calles céntricas y estorbaban la marcha de los pendones.

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