Siete de cada diez profesionales españoles (70%) admiten que su carga de trabajo aumentó durante 2012. Se trata de una de las principales conclusiones de la última oleada del informe internacional Randstad Workmonitor, que analiza las expectativas laborales de los trabajadores de treinta países.

En los últimos años, las compañías se han visto obligadas a realizar distintos procesos para adecuar sus plantillas a una demanda decreciente. Como consecuencia, la carga de trabajo por empleado, y en opinión de los trabajadores que han participado en el estudio, se ha incrementado.

Bien sea por el aumento de la actividad relacionada con tareas comerciales, bien por la dificultad de absorber puntas de trabajo con estructuras ya muy ajustadas o bien por estructuras inadecuadas incluso para una demanda menor.

Si bien es verdad que en momentos de dificultad parece lógico "arrimar el hombro", esto puede afectar negativamente a los resultados de la compañía si recurre, por ejemplo, a compensar esta carga de trabajo con horas extraordinarias.

Por el contrario, existen alternativas que facilitan concentrar los recursos de la empresa en sus principales actividades de negocio, como la externalización.

Permite a la empresa ajustarse a las puntas de trabajo sin necesidad de recurrir a horas extraordinarias o aumentar la carga de trabajo de sus empleados, especialmente cuando esto puede repercutir en la calidad de sus productos o servicios.

Este instrumento ayuda en la mejora de los procesos y permite al mismo tiempo una mayor optimización de los costes.

De hecho, según un estudio de Randstad Outsourcing, un 55% de los procesos de una empresa son actividades auxiliares que pueden subcontratarse a otras empresas, permitiendo que los profesionales de la compañía puedan centrarse en aquellas actividades en las que realmente aportan valor.

La percepción de los profesionales españoles sobre el aumento de su carga de trabajo se sitúa un punto por encima de la media europea (69%). Pese a ello, la mayoría de países de su entorno consideran del mismo modo que su carga de trabajo ha aumentado.

Salvo excepciones como Suiza o Dinamarca, todos se mueven en porcentajes similares reconociendo así su percepción en el incremento de carga de trabajo.

Fuera de las fronteras comunitarias, Asia sigue manteniendo pautas diferentes a las de Europa y el resto de continentes analizados en materia laboral. Mientras que Estados Unidos se mantiene en porcentajes similares a los europeos con un 71%, en China esta percepción alcanza el 80% y en Singapur y Malasia es del 81% y 83%, respectivamente.

Estas cifras son relativamente altas en todos los países y obviamente están relacionadas con la situación económica mundial pero no pueden relacionarse estrictamente con ello. Los aspectos culturales por ejemplo marcan tendencias, por lo menos a nivel continental.