El presidente egipcio, Mohamed Morsi, ha convocado este lunes a las fuerzas políticas de la oposición a una reunión para tratar de frenar la ola de violencia que desde hace días han costado la vida a medio centenar de personas en Egipto, principalmente en Port Said y El Cairo. "El diálogo es la única vía para llevar a Egipto a la estabilidad", manifestó en un discurso televisado este domingo.

Este diálogo nacional también pretende lograr un acuerdo para garantizar las próximas elecciones legislativas, que el Frente de Salvación Nacional —FSN, principal grupo opositor— ha amenazado con boicotear si no se suspende la Constitución actual y se forma un Gobierno de unidad nacional.

La reunión tendrá lugar a las 18.00 horas —17.00 horas en la España peninsular— en el palacio presidencial. A ella están invitadas, entre otras formaciones, los islamistas del Partido Libertad y Justicia (PLJ) —vinculado a los Hermanos Musulmanes—, Partido Construcción y Desarrollo (PCD), Al Nour y Wasat y las seculares Dostour, Egipcios Libres y Social Demócrata.

Además, se sabe que acudirán a la reunión el líder del Movimiento Popular, Hamdeen Sabbahi, y el ideólogo islamista Mohamed Selim al Awa, según ha informado el diario Al Masry al Youm.

La Cámara alta del Parlamento egipcio aprobó este lunes el proyecto de ley presentado por el Gobierno por el que se autoriza al Ejército a velar por la seguridad en el país y detener a civiles, informó la agencia estatal de noticias, Mena.

Presidida por Ahmad Fahmi, la Cámara alta o 'Shura' dio luz verde para que las fuerzas armadas puedan detener a civiles y presentarlos ante la justicia, en cooperación con la Policía para preservar la seguridad y proteger las instituciones vitales del estado.

El presidente del Comité de Asuntos Árabes de esta cámara, Maguid al Helu, explicó que esta medida está motivada por la ola de violencia desatada en Egipto desde el viernes pasado.

Además de su labor de defensa del país, el Ejército se encargará junto con la Policía de la seguridad del país hasta que terminen las elecciones legislativas, previstas para los próximos meses, y cada vez que el presidente del país lo solicite.

Según la nueva ley, que entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el diario oficial, las fuerzas armadas pueden arrestar a civiles y remitir las denuncias a la Fiscalía para que sean juzgados por tribunales civiles.

En la actualidad, la Cámara alta del Parlamento ejerce todo el poder legislativo desde la aprobación en diciembre de la nueva Constitución y después de que estuviera en manos del presidente tras la disolución de la Cámara baja por un fallo en junio de la Corte Constitucional que consideró ilegal su composición.

Este anuncio ha llegado tras la declaración del estado de emergencia en tres provincias egipcias: Suez, Port Said e Ismailia. La orden estará vigente 30 días e incluye un toque de queda entre las 21.00 y las 6.00 horas. La violencia ha sido particularmente grave en Port Said, donde manifestantes se enfrentaron a la Policía el sábado tras conocerse la condena a muerte de 21 implicados en la masacre del Estadio de Port Said, en la que en febrero del año pasado murieron 74 personas en enfrentamientos entre seguidores del club local y un equipo de fútbol cairota.

"He dado órdenes al Ministerio del Interior para que trate con firmeza y fuerza a los que intimidan a la gente, llevan armas, cortan calles, lanzan piedras, atacan las instituciones y a las fuerzas de seguridad", agregó el presidente egipcio, que dijo no vacilar cuando se trata de proteger a los egipcios.

Según el artículo 148 de la nueva Constitución, Morsi debe consultar la declaración de emergencia con su Gobierno y presentarla ante la Cámara baja del Parlamento, aunque si esta está disuelta —como ocurre en la actualidad— puede estudiarla la Cámara alta. Una mayoría de la cámara correspondiente debe aceptar dicha declaración, que no puede estar en vigor durante más de seis meses.

Varias personalidades de la oposición ya han manifestado su rechazo a la reunión propuesta por Morsi. "El diálogo es una pérdida de tiempo si el presidente no asume su responsabilidad por los sangrientos acontecimientos y no se compromete a formar un Gobierno de salvación nacional y una comisión imparcial que enmiende la Constitución", ha señalado el líder del opositor Partido Constitución, Mohamed ElBaradei, a través de Twitter. ElBaradei es también el cofundador de la coalición opositora Frente de Salvación Nacional.

El portavoz del Frente de Salvación Nacional Jaled Dawoud ha denunciado que las últimas medidas anunciadas por el presidente revelan que desconoce la realidad: "Si realmente hubiera querido salvar vidas tendría que haber ordenado que se adoptaran medidas de seguridad antes del anuncio del veredicto", ha argumentado. En cambio, ha rechazado asumir su responsabilidad en el "estado de caos", según las propias palabras de Morsi, en el que se encuentra sumido el país, ha añadido Dawoud.

También la Corriente Popular Egipcia, de tenencia nasserista, denuncia que Morsi con su discurso evidencia un desconocimiento de la situación socioeconómica y política que atraviesa Egipto y de las causas del descontento popular.

"Aunque la Corriente Popular Egipcia apoya un diálogo nacional constructivo, rechaza formar parte de un diálogo mientras el régimen continúe con sus crímenes contra los manifestantes y siga adelante con sus políticas infructuosas", ha señalado el líder del partido, el excandidato presidencial Hamdeen Sabahi. Además, instó a Morsi a adoptar medidas políticas, no tanto en el ámbito de la seguridad.

Más dispuestos al diálogo parecen el Partido de la Conferencia de Amr Musa y el Partido para un Egipto Fuerte de Abdel Moneim Abol Fotouh, también integrados en el Frente de Salvación Nacional.