Al-Andalus defiende la "educación virtual" de menores para evitar "problemas" derivados del "mal uso" de redes sociales

La federación de consumidores Al-Andalus aboga por la "educación virtual" como fórmula para evitar los "problemas" que, en opinión de esta organización, pueden derivarse del "mal uso" de las redes sociales, que "se han convertido en un auténtico fenómeno y cada vez cuentan con un mayor número de seguidores", entre los que la organización cita los relacionados con la entrada de menores en estos espacios o la utilización de datos personales para otro tipo de asuntos.

La federación de consumidores Al-Andalus aboga por la "educación virtual" como fórmula para evitar los "problemas" que, en opinión de esta organización, pueden derivarse del "mal uso" de las redes sociales, que "se han convertido en un auténtico fenómeno y cada vez cuentan con un mayor número de seguidores", entre los que la organización cita los relacionados con la entrada de menores en estos espacios o la utilización de datos personales para otro tipo de asuntos.

Precisamente debido al "protagonismo" que, "de manera vertiginosa", han cobrado las redes sociales en los últimos años, y al hecho de que España esté "a la cabeza de la UE en riesgo de adicción por abuso de estas herramientas 2.0", la organización de consumidores Al-Andalus ha recopilado en una nota una serie de recomendaciones para garantizar el "uso correcto" de las mismas.

Así, Al-Andalus, tras subrayar que las redes sociales suponen "un foco importante de documentación y datos para los delincuentes informáticos, ya que en ellas se obtiene gran cantidad de información personal", aconseja a los usuarios que tengan "precaución a la hora de suministrar datos personales en estos puntos de encuentro".

De cara al uso por parte de los menores de estas redes, la organización recomienda a los padres "colocar el ordenador en espacios compartidos e instalar sistemas de control parental", así como enseñar a sus hijos a "navegar de forma segura", y "acompañar a los menores, ayudarles a distinguir los riesgos, asegurarse de que no accedan a Internet a través de entornos no confiables o de que no intercambien datos personales ni fotografías con desconocidos".

De igual modo, el adulto, según Al-Andalus, "debe leer la política de privacidad, comprobar si el contenido y el perfil de los usuarios son adecuados, asegurarse de que sean espacios protegidos y verificar las condiciones y el tratamiento de los datos de los menores", así como a "ayudarles a comprender los riesgos y a escoger adecuadamente".

En esta línea, la entidad de consumidores defiende que los menores accedan a las redes "a través de entornos personalizados y cuentas de usuario limitadas o restringidas", para lo cual recomienda utilizar "una navegación con un sistema de filtrado de páginas y contenidos".

Frente a ello, Al-Andalus no es partidaria de motorizar los ordenadores de los menores o usar vídeo vigilancia, soluciones "extremas" que, según esta organización, sólo deberían emplearse "en situaciones límites que resulten imprescindibles y teniendo en cuenta la proporcionalidad de la medida en función de su finalidad y de la edad del menor".

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