El prefecto marítimo del Atlántico cuando se produjo el siniestro del 'Prestige', el francés Jacques Gheerbrand, ha admitido que desconoce, diez años después, cómo se podía haber "evitado" esta catástrofe marítima, al tiempo que ha tildado la gestión de la misma de "complicadísima".
En el juicio que se celebra en A Coruña, el exprefecto marítimo francés ha destacado la "cooperación constante" con las autoridades marítimas españolas en relación con el siniestro y ha insistido en que no hubo "dificultades" a este respecto con la Sociedad Estatal de Salvamento Marítimo (Sasemar).
Sin embargo, al hilo de ello, ha admitido que no fueron informados "por qué el Prestige iba al Norte" y ha llegado de calificar de "inquietante" este rumbo para las costas francesas.
"Todavía hoy no conozco cuál fue la estrategia", ha reconocido Gheerbrand, para quien si se quería buscar un puerto refugio debía fijarse rumbo "Sur". No obstante, ha admitido que nunca sospecharon de que las autoridades españolas quisieran llevar el buque a Francia.
El exprefecto marítimo del Atlántico ha reconocido que la decisión de llevar un barco de las características del 'Prestige' a un puerto refugio era "extremadamente difícil" y ha recalcado que se trata de una "maniobra complicada" y a veces "técnicamente imposible".
Sobre la deriva de las manchas, ha constatado también que "nadie puede predecir hoy en día lo que va a ocurrir", pero ha recordado que en el 'Erika' constataron que "la dispersión de la contaminación afectó ampliamente a toda la costa francesa".
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