El comité de empresa de Emaya Medio Ambiente ha acusado este domingo a la Dirección de la empresa de pretender "engañar" a sus trabajadores al incluir, "de manera maliciosa", la supresión de la percepción de un complemento salarial a una parte del personal "en contra de lo acordado previamente".

Después de que la Dirección de Emaya dijese este sábado que en la reunión de la negociación del pasado 12 de diciembre este punto había sido aceptado por los sindicatos, UGT, en un comunicado, ha negado este hecho y ha criticado que la empresa quisiera "colar" esta supresión "aprovechando que era responsabilidad de la empresa la redacción y adecuación de los acuerdos" del nuevo convenio.

Según los representantes de los trabajadores, el punto en cuestión es que la ampliación de la jornada laboral sin contraprestación económica no podía suponer, además, la eliminación o reducción de complementos salariales reconocidos o consolidados.

"El acuerdo que quiere incumplir, de forma torticera y faltando a una de las cuestiones básicas de la negociación colectiva como es la buena fe negociadora, afecta a uno de los colectivos de personal de la empresa y tiene un coste total aproximado de 40.000 euros anuales", una cantidad que, según UGT recuerda, es inferior al salario anual de cualquiera de los directivos.

El sindicato ha criticado, así, la "mala fe negociadora" de una Dirección que "parece buscar más el conflicto y el enfrentamiento con su personal, que una solución duradera y estable que propicie la necesaria paz social". En este sentido, ha lamentado su postura de levantarse de la mesa negociadora "cuando prácticamente se estaba a punto de firmar un nuevo convenio y un nuevo Pacto de empresa".

"Es una irresponsabilidad manifiesta que, queriendo dar una nueva vuelta de tuerca más a su personal, aboca al conflicto frontal en un tema tan sensible como los residuos sólidos urbanos", ha manifestado.

La Federación de Servicios Públicos de UGT ha hecho hincapié en que durante la negociación ha defendido el mantenimiento del empleo y los puestos de trabajo y ha recordado que ha aceptado diferentes peticiones de la Dirección como no fraccionar las vacaciones en dos periodos, no cubrir las vacantes producidas por baja definitiva, alargar la duración del convenio a tres años o la congelación salarial durante la vigencia del convenio. Unas peticiones que, según apuntan, suponen un ahorro de tres millones anuales.

Por todo ello, UGT exige a la empresa que "cumpla lo pactado y acabe la negociación con buena fe negociadora", se ciña a las peticiones formuladas desde el primer momento y que ahora no introduzca nuevas y, finalmente, deje de crear tensión en la negociación, amenazando con tomar medidas como el "descuelgue del convenio", "cuestión ésta que no cuenta con amparo legal en el caso de Emaya", concluye UGT.