Es capaz de reproducir la apariencia barata e imperfecta del corcho blanco, la superficie de caucho de un neumático de automóvil o la textura de un avión de papel. Fabio Viale (Cuneo-Italia, 1975) utiliza el clásico y representativo mármol blanco para esculpir con técnicas tradicionales motivos que sin embargo son propios del arte pop.

El escultor, que se ayuda de herramientas al principio pero realiza todo el trabajo de precisión a mano, trabaja el mármol desde los 16 años y el tiempo no ha mermado su "fascinación" por el material casi sagrado en la historia del arte. A pesar del peso de la tradición, Viale no se deja intimidar por los cánones y se atreve a hacer réplicas de objetos cotidianos y vulgares.

En Nueva York, la galería Sperone Westwater presenta la primera exposición en solitario del italiano en la Gran Manzana con Stargate (que se podría traducir por Puerta estelar). El título de la muestra —hasta el 23 de febrero— hace referencia al último gran trabajo del autor, que ha realizado esculturas de mármol de las cajas de fruta de los mercados: resistentes contenedores de plástico que carecen de cualquier valor, convertidos en complejas obras de arte a gran escala, de carácter geométrico y creadas con un material exquisito a partir del esfuerzo manual.

Con un virtuosismo tradicional, Viale crea trabajos totémicos que engañan al ojo del espectador y lo enfrentan a elementos carentes de interés transformados en una nueva experiencia. La idea de la "puerta estelar" sirve al artista para hacer referencia a la idea de enfrentar una aventura desconocida, atravesar una puerta tras la que hasta el objeto más banal provoca admiración a pesar de su aspecto mundano.

Entre las piezas de la exposición destaca Infinite, una colección de obras que representan dos neumáticos enganchados, sin posible separación, que asombran no sólo por la confusión de ver dos llantas unidas irremediablemente, sino por la precisión de los patrones e incluso de los logotipos esculpidos al detalle. También es notable su serie Souvenirs, en la que reproduce la Piedad del Vaticano de Miguel Angel sustituyendo a la Virgen María por un bloque de mármol. Viale aisla la figura de Cristo y reflexiona sobre la comercialización del símbolo en infinitas reproducciones, tantas que el original pierde su significado.

Además del reto artístico, el escultor acepta el desafío técnico. Para Ahgalla III (presente en la muestra) realizó una barca de 1,4 metros de eslora, con un solo bloque de mármol tan fino como para navegar sin que se quebrara. Siempre sintió admiración por la relación del material con el agua —el mármol es producto de la cristalización de las rocas calizas sedimentarias— y el proyecto perseguía reunir a la roca con el mar. Navegó con la embarcación en aguas de Milán, Venecia, San Petersburgo y Moscú.