El presidente de la Diputación de A Coruña, Diego Calvo, ha sacado pecho este viernes de que la institución provincial reducirá en dos años —cuando termine este ejercicio— su deuda a la mitad, al tiempo que la dotación presupuestaria para 2013 aumenta un 14 por ciento con respecto a 2012.

En su intervención en la Comisión de Orzamentos del Parlamento de Galicia para presentar las cuentas de la institución que preside, Diego Calvo ha reivindicado que la diputación "cumple la estabilidad y equilibrio presupuestario", en un contexto en el que, además, anticipará mes a mes a los ayuntamientos el 90 por ciento de la previsión de la recaudación, "sin coste" para los municipios.

El dirigente popular explicó que el presupuesto de la institución asciende a 157 millones de euros y tiene un carácter "netamente inversor", de manera que se multiplicó "por tres" la inversión hasta alcanzar los 29 millones de euros.

En resumen, Diego Calvo ha afirmado que se "blindan" los servicios sociales, incrementando la partida hasta los 500.000 euros para financiar, como ha dicho, el 100 por cien del coste de teleasistencia.

De forma paralela, se trabaja con la deuda de forma que en dos años "se amortizan 45 millones de euros", la mitad de la que había en 2011, cuando los populares asumieron las riendas de la institución.

La institución provincial destinará 12 millones de euros este año, lo que permitirá a la institución "liberarla de cargas futuras", mientras que también "se reducen" los gastos de personal y del "equipo de gobierno".

En 2012, el gasto de personal representaba el 28,22 por ciento del presupuesto, mientras que en 2013 pasa a ser el 24,47 por ciento, con un ahorro en un año de 317.000 euros. El gasto corriente pasa este ejercicio a suponer el 15,21 por ciento, frente a 17,93 por ciento que suponía el año anterior.

NOVEDADES

Entre las novedades del presupuesto, Diego Calvo ha destacado las modificaciones en las bases de los planes provinciales y en las subvenciones dirigidas a ayuntamientos, de forma que los ayuntamientos tendrán derecho a adelantos. "Conseguimos que ninguno de los 94 ayuntamientos, futuros 93, sea del partido que sea, considere la diputación como la administración más cercana", ha subrayado.

Diego Calvo ha remarcado que "todos los ayuntamientos están alineados con la diputación, no con el gobierno, pero perfectamente alineados con la institución, por el trabajo y apoyo que presta".

Posicionamiento de los grupos

Ya en el turno de grupos, el socialista Francisco Caamaño ha criticado las "promesas al tuntún o flotel que luego no se van a cumplir" del Gobierno de Alberto Núñez Feijóo con la provincia, como al respecto de las obras que se recogen en el documento base de Oza y Cesuras, y ha censurado la pérdida de "transparencia" en las contrataciones, al emplear el procedimiento negociado en lugar de la adjudicación abierta.

Además, Caamaño ha calificado de "nefasta gestión" la del plan de empleo, en el que la diputación produjo "graves problemas de descoordinación y duplicidades", así como un "incremento innecesario" del gasto. Esta gestión ha sido tildada por el parlamentario socialista de "oscura e impropia de una administración pública".

Antón Sánchez, de Alternativa Galega de Esquerda (AGE), ha criticado que este tipo de instituciones que "casi la mitad" de su presupuesto lo dedican a "gastos de personal y corrientes", y ha manifestado que "no es una buena noticia" el aumento de presupuesto de la institución, toda vez que su grupo apuesta por la supresión.

La diputada del BNG Ana Pontón ha censurado que "responden a la lógica letal de la austeridad", dejando "desamparadas a las personas con más necesidades", en un momento en que "los gallegos no es que no tengan dificultades para acabar el mes, sino que las tienen a principio de mes".

Frente a ellos, el popular Hipólito Fariñas ha defendido los presupuestos como unas cuentas "niqueladas", y ha mostrado su "satisfacción" por "lo bien" que lo está haciendo el presidente de la Diputación coruñesa.