Los abogados de las familias de la víctimas del caso Madrid Arena han asegurado este jueves, tras visionar durante cuatro horas las imágenes grabadas en los pasillos de acceso al recinto, que la noche de la tragedia, a las tres de la madrugada cuando empezó la actuación del pinchadiscos Steve Aoki, la pista central del pabellón se convirtió en "una auténtica jaula" porque "no hay una sola salida".

María José Siñeriz, la letrada de la familia de la joven Cristina Arce, ha considerado sorprendente que a una hora concreta y de forma sincronizada, poco antes de la avalancha mortal, alguien decidiese cerrar las puertas, con una acumulación de personas en la pista central. Así, destaca que el recinto se convirtió en "una jaula herméticamente cerrada porque no hay una sola salida".

Entre las personas que circularon por los pasillos, Siñeriz ha identificado al propietario de la empresa Kontrol 34, Carlos Manzanares, mientras daba instrucciones a personas vestidas con chaleco amarillo, y al doctor Simón Viñals, que abandonó el recinto a las seis de la madrugada.

Además, la abogada ha asegurado que "lo que se ha visto es tremendo", tras confirmar la entrada de 2.500 o 2.600 personas hasta el punto de que la puerta de emergencia se colapsó, por lo que nadie podía entrar ni salir. "Estar ahí dentro debió ser angustioso para todo el mundo, no solo para las pobres niñas", recalcó para hacer hincapié en "lo espeluznante que ha sido todo".

Por otro lado, Abdón Núñez, el abogado de la familia de Belén Langdon ha destacado que queda acreditado el sobreaforo de la fiesta puesto que, según indica, hay un gran número de personas que accedió al recinto sin entrada y que se encerró a las personas "sin ningún tipo de medida de seguridad ni capacidad para escapar".

Además, ha resaltado la necesidad de comprobar si se vendía poco alcohol en la veintena de barras y aseguró que la llegada de las niñas a la enfermería se vio obstaculizada por una puerta cerrada, que debería estar abierta. A este respecto, el abogado destacó que la puerta de emergencia permaneció cerrada toda la noche, hasta que un hombre ordena abrirla, pero no para que saliera gente, sino para que entrara.

Por su parte, el fiscal superior de Madrid, Manuel Moix, ha precisado que el lugar donde se producen los hechos "no tiene cámara", pero se ha decantado por pensar que "nadie podía prever con antelación que ahí se iba a producir esta tragedia", si bien apunta que parece confirmarse que muchos de los pasillos de entrada y salida a la pista central tenían puertas cerradas hasta las tres y media o tres y cuarto de la madruga.

Moix, que ha explicado que el próximo viernes se estudiarán las imágenes grabadas en el cuadrante donde desemboca el pasillo en el que se produjo la tragedia, ha detallado que a partir de las 2.40 horas de la madrugada se abrió la puerta de emergencia con un mando a distancia y se empieza a registrar una importante afluencia de personas.

La abogada del colectivo Manos Limpias, que ejerce la acusación popular, Virginia López Negrete, también ha hecho hincapié en que a las tres y cuarto se cerraron todas las puertas de acceso, lo que produjo "un embotellamiento". Además, ha destacado la entrada de unas 2.500 personas procedentes del "botellón" andando "correctamente" y que el doctor Simón Viñals abandonó la enfermería a las seis y media de la mañana.