Multas de entre 200 y 600 euros y la posibilidad de entrar en prisión. Son las pensas a las que se han enfrentado los 9.348 ciudadanos que cazó el año pasado la Policía Local de Valencia circulando a más de 50 kilómetros por hora en la capital, según fuentes municipales.

Esta cantidad supone una media diaria de 25 sanciones, casi el doble de las 13 que pusieron al día en 2011. El objetivo es disuadir a los conductores que circulan más rápido de lo permitido.

De los 9.348 sancionados, 8 circulaban a más de 120 kilómetros por hora y quedaron detenidos para ser juzgados. Todos ellos fueron sorprendidos en la avenida tres Cruces, en Hermanos Machado (Ronda Norte), en la avenida Antonio Ferrandis  (Ronda Sur), en Maestro Rodrigo y en Manuel de Falla, donde se registró la velocidad más alta al sorprender a un motorista a 145 kilómetros por hora.

Pese a los esfuerzos policiales, el año pasado se registraron 11 fallecidos por accidentes de tráfico, de los cuales 7 fueron peatones, dos ciclistas y dos ocupantes de un turismo.

En lo que llevamos de 2013, ya ha habido dos atropellos mortales: Un peatón atropellado y la joven ciclista Rebeca, de 20 años, que el pasado domingo fue arrollada en la calle San Vicente por un conductor que iba a gran velocidad y cuadruplicaba la tasa de alcohol permitida. Antes de ayer se decretó su entrada provisional en prisión.

Piden limitar la ciudad a 30 km/h

La asociación Valencia en Bici ha convocado para pasado mañana a las 19.30 horas una concentración de duelo junto a la estación Joaquín Sorolla del AVE en recuerdo de Rebeca, quien, recordaron, murió atropellada cuando marchaba perfectamente con su bici. Su portavoz, Antonio López, comentó ayer a 20 minutos que su asociación, junto a otras entidades, está impulsando una iniciativa legislativa para reducir el límite de velocidad a 30 kilómetros por hora en toda la ciudad: «Es necesario un cambio de mentalidad y priorizar a las personas antes que al tráfico».