Una veintena de municipios pedirán próximamente al Gobierno que modifique la legislación actual para poder acoger plantaciones de marihuana. Así lo aseguraron este lunes los representantes de una treintena de asociaciones de fumadores de cánnabis de Cataluña, que se han unido en una plataforma para exigir la regulación del cultivo para el consumo propio.

En una rueda de prensa en el Hemp Museum de Barcelona–el más grande del mundo dedicado al cánnabis–, el fundador de la Asociación Independiente Recreativa de Autoconsumo y Medicinal (AIRAM), Albert Tió, aseguró que una veintena de poblaciones reclamarán cambios legales para poder acoger cultivos.

Uno de ellos es el pueblo de Rasquera, que en marzo aprobó ceder durante dos años siete hectáreas a una asociación cannábica de Barcelona. El proyecto se encuentra parado en los juzgados, pero en verano el Gobierno encargó a una comisión que estudiara la posibilidad de regular los cultivos.

Es una de las peticiones de la plataforma, pero no la única. En un manifiesto, suscrito por unas 50 entidades, también reclama que se regularice la comercialización de la marihuana para tener garantías sanitarias y combatir el mercado negro. En esta línea, las asociaciones estudian anunciar dónde están sus plantaciones y hacer públicas las cuentas para demostrar que no tienen fines lucrativos y evitar así "confusiones" a la Fiscalía y la policía.

En este sentido, la plataforma también pide que se modifique la Ley Corcuera, que permite sancionar a los usuarios, aunque el consumo no es delito. "Como consumidores estamos cansados de la inseguridad jurídica", afirmó el presidente del Club de Catadores de Cánnabis Collsacabra, Jaime Prats. Por ello, defienden que la ley permite la "tenencia lícita".

La plataforma ha convocado una manifestación por el centro de Barcelona este sábado, a las 18.00 horas, coincidiendo con San Canuto, una festividad que no tiene nada que ver con el cànnabis, pero que los usuarios aprovechan para reivindicar la despenalización de esta droga. En cualquier caso, la plataforma celebrará una "mani-fiesta-acción": leerán un manifiesto a la Plaza de Sant Jaume y después desfilarán hasta la Plaza de la Merè, dónde habrá diferentes actuaciones musicales.