Viviendas de lujo en la central eléctrica de 'Animals' de Pink Floyd en Londres

  • Ponen a la venta los primeros de los 3.400 pisos para clase alta que albergará la antigua central térmica de Battersea, el mayor edificio de ladrillo de Europa.
  • Es uno de los inmuebles con mayor poder simbólico de Londres pero la Administración no ha consentido que albergue instalaciones públicas.
  • Los precios de las viviendas van de los 408.000 euros de un estudio, hasta los seis millones de los pisos de más lujosos.
Representación virtual del proyecto del consorcio inmobiliario
Representación virtual del proyecto del consorcio inmobiliario
Battersea Power Station
Representación virtual del proyecto del consorcio inmobiliario

Se trata de uno de los edificios con mayor poder simbólico de Londres y es mundialmente conocido por una potente huella en la cultura pop, sobre todo a partir de su aparición en la foto de la portada del disco Animals (1977), del grupo Pink Floyd. La central térmica de Battersea (Battersea Power Station), que no produce electricidad y está abandonada desde 1983, ha iniciado el camino hacia un cambio de uso que modificará sustancialmente sus valores arquitectónicos.

Después de muchas dilaciones y proyectos enterrados, los promotores inmobiliarios se han llevado el gato al agua y la Administración local ha consentido el desarrollo de un proyecto residencial de gran calado que no estará del todo concluido antes de 2024. Las primeras viviendas de las 3.400 que tendrá el complejo acaban de salir a la venta.

Jugoso cebo

Los promotores del proyecto, el holding inmobiliario Battersea Power Station, desarrollarán en el enorme terreno (15 hectáreas) de la antigua central termoeléctrica y los solares que la rodean, un entremado de viendas y locales comerciales que aprovecha la privilegiada situación del enclave, a orillas del Támesis y frente a los barrios chic de Pimlico y Chelsea. En suma, un jugoso cebo para los londinenses con los bolsillos más saneados y ganas de vivir en un lugar cool y de resonancia histórica.

Las viviendas tienen un target de perfil financiero elevado. El precio de las unidades va de los 408.000 euros por un estudio suite de 42 metros cuadrados a los seis millones de euros de los pisos más lujosos y amplios (250 metros cuadrados), con terraza ajardinada y situados en la parte más alta del complejo.

El mismo diseñador de la cabina telefónica

La central térmica de Battersea, constuida a partir de 1929, produjo electricidad desde 1933 y fue ampliada tras la II Guerra Mundial. El edificio, con sus notables cuatro chimeneas de más de cien metros de altura, fue diseñado por el arquitecto Giles Gilbert Scott —que también diseñó la totémica cabina telefónica roja todavía utilizada en el Reino Unido y símbolo de identidad nacional—.

Es la construcción de ladrillo más grande de Europa y un notable ejemplo del estilo de la arquitectura industrial llamada brick cathedral (catedrales de ladrillo). Aparece citado como uno de los monumentos industriales más bellos de Inglaterra ("un monumento al poder", se dice) en numerosos textos y guías de arquitectura y fue seleccionada por los londinenses como el segundo edificio más representativo de la ciudad en una encuesta, sólo superado por la Catedral de Saint Paul.

Hitchcock y Monty Python

Aunque Battersea fue una instalación polémica por la contaminación que generaba —usaba carbón para la producción de energía—, el edificio tiene una presencia intensa en la cultura popular inglesa.  Además de aparecer en la portada del disco de Pink Floyd y en numerosos clips musicales, fue escenario de escenas de, entre otras películas, Sabotaje (Alfred Hitchcock, 1936) y El sentido de la vida (Monty Python, 1983).

Durante los casi treinta años en que ha permanecido abandonada, Battersea fue objeto de un debate incesante sobre el uso que se debía dar al edficio. Los muchos proyectos que se manejaron fueron desde el establecimiento de un museo dedicado a la industria —en la línea de la galería pública Tate Modern, establecida en otra antigua central eléctrica en la misma ribera del Tamesís— hasta un parque temático. En 2012 el equipo de fútbol del Chelsea planteó convertir la instalación en un estadio.

El proyecto que finalmente se ha consolidado, con el placet de las autoridades locales, es el encabezado por un grupo de inversores de Malasia, SP Setia, que pagaron unos 600 millones de euros por la central y se aliaron con socios ingleses para abordar un proyecto inmobiliario de largo alcance, que, además de las viviendas de lujo, contempla la construcción de la zona de centros comerciales y de negocios, hoteles, restaurantes y otros servicios.

No parece posible que el desarrollo de la iniciativa respete la singularidad de Battersea y su exquisita decoración interna, con amplios salones de estilo art déco.

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