Por segunda vez en lo que va de 2013, miles de 'batas blancas' de la sanidad pública se han echado a la calle y desde mediodía se manifiestan desde la plaza de Colón en dirección al Ministerio de Sanidad, en el paseo del Prado, para protestar contra las privatizaciones aprobadas por el Gobierno madrileño.

Convocados por los sindicatos de la Mesa sectorial de Sanidad —CC OO, Satse, Amyts, CSIT, UGT y USAE—, la marcha ha arrancado pasadas las 12.00 del mediodía desde la plaza de Colón con la presencia de representantes del PSOE e Izquierda Unida, entre otros.

Unos minutos antes de que comenzara la marcha, Julián Esquerra, portavoz de Amyts, ha asegurado que sindicatos, asociaciones y ciudadanos seguirán saliendo a la calle "unidos" contra los planes privatizadores de la Comunidad. "Seguiremos así hasta que se retire este plan de poner en manos de empresas privadas la salud pública de los ciudadanos", ha avisado, antes de anunciar que continuarán convocando huelgas mientras la Comunidad no paralice su programa privatizador.

CC OO ha explicado en otra nota que a pesar de las "masivas y reiteradas muestras de rechazo de la ciudadanía y de los profesionales contra el brutal ataque a la sanidad pública madrileña que está llevando a cabo el Gobierno regional", el pasado mes diciembre la Asamblea de Madrid aprobó los Presupuestos para 2013 y la Ley de Acompañamiento.

Para el sindicato, ambas leyes suponen "el claro desmantelamiento de la sanidad pública madrileña dando luz verde a un conjunto de medidas que entre otras, van destinadas a la privatización de este servicio público y el deterioro de la calidad asistencial". "Con la reducción de miles de puestos de trabajo limitando el ejercicio de nuestro derecho fundamental, la protección de la salud", ha añadido.

Así, las reivindicaciones de los trabajadores de la sanidad madrileña se vuelven a intensificar en la calle, a pesar de que ha finalizado la práctica totalidad de los encierros que mantenían las plantillas en una veintena de hospitales de la región desde noviembre pasado.

La marcha pone el colofón a una semana en la que se ha reactivado el conflicto sanitario con el anuncio de dos nuevos llamamientos de los sindicatos a la huelga y la decisión del Gobierno central de recurrir ante el Tribunal Constitucional el euro por receta.

El pasado jueves, AMYTS y SATSE anunciaron una nueva huelga para finales de enero o primeros de febrero, mientras que AFEM acordaba en asamblea convocar una jornada semanal de huelga que empezaría dentro de 15 días.

Por su parte, los directores de centros de Atención Primaria entregaron el martes a la Consejería de Sanidad las firmas de dimisiones de 137 equipos directivos de ambulatorios, de un total de 270, que serán efectivas cuando salga a concurso la primera privatización.

Entretanto, la Consejería de Sanidad ha convocado para el próximo martes, día 15 de enero una nueva reunión de la Mesa Sectorial, en un intento de mantener abierto el diálogo entre el gobierno regional y los sindicatos.

Los sanitarios madrileños ya protagonizaron concentraciones frente al Ministerio de Sanidad, el 29 de noviembre convocados por la Asociación de Facultativos Especialistas (AFEM), y el 20 de diciembre cuando más de un millar de sanitarios secundó una sonora protesta frente a la sede ministerial.

Tanto AFEM como el sindicato de médicos AMYTS y la Plataforma de directores de centros de salud han entregado sendas cartas a la ministra Ana Mato, pidiéndole que interceda ante el Gobierno autonómico para parar la privatización de seis hospitales y 27 centros de salud, además de presentar sus propuestas de ahorro alternativas al plan de la Comunidad.

El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty, ha manifestado que las intenciones de los sindicatos de convocar nuevas huelgas en la sanidad es "una absoluta irresponsabilidad" porque solo están sustentadas en sus propios intereses y ha remarcado que los paros están teniendo consecuencias "extraordinariamente negativas y destructivas".

Además, ha incidido en declaraciones a los medios de comunicación en que los motivos de las futuras convocatorias de huelga son "falsos" porque la sanidad pública "no se vende" y que la intención del Gobierno regional es precisamente "seguir trabajando" por una sanidad "pública y de calidad".

Por otro lado y preguntado sobre si se ha planteado la posibilidad de dimitir a causa del conflicto sanitario en la región, el consejero ha rechazado tajantemente esa posibilidad. "No, de ninguna manera", ha zanjado.

Lasquetty ha asegurado que estos anuncios de futuras convocatorias de huelga son "una pura pelea" entre organizaciones sindicales y que tienen que ver más con sus propios intereses. Además, considera que los profesionales sanitarios se ven "manipulados al servicio de intereses sindicales".