El sorprendente hecho ocurrió el jueves durante el trayecto entre Cairns y Port Moresbi, la capital de Papúa Nueva Guinea, y seguido por inusitado interés por el pasaje y la tripulación del aparato.Según han informado los medios australianos, la tripulación fue avisada de la presencia de la serpiente sobre una de las alas del avión por una pasajera cuando la aeronave llevaba media hora de vuelo. Sin embargo, castigada por el viento y las gélidas temperaturas, el ofidio no sobrevivió al vuelo."Cuando aterrizó el avión no podíamos creer que aún se movía. La vimos morir", relató este viernes el pasajero Robert Weber a la emisora ABC. Weber y las otras 43 personas a bordo del vuelo QF191 no pudieron hacer nada, ya que la parte trasera de la serpiente se pegó al fuselaje a causa del viento."Fue algo muy, muy triste", contó el fotógrafo profesional, que registró en vídeo el hecho que conmocionó tanto a los pasajeros como a la tripulación. "No creo que nunca se vuelva a ver este tipo de cosas", añadió.