El alcalde de Salt (Girona), Jaume Torremadé, ha respondido al PSC del municipio que "sería bueno y necesario que se acaben los juicios paralelos y que cuando un tema está en el ámbito judicial tuvieran la decencia de esperar a su resolución", después de que los socialistas le hayan pedido que proponga una cuestión de confianza.

En un comunicado, Torremadé ha hecho hincapié en que es "implanteable" proponer una cuestión de confianza en el próximo pleno municipal para avalar el apoyo que recibe tras el caso de presunto acoso sexual, extorsión e intento de malversación de fondos públicos en el que está implicado.

Lo justifica en que una cuestión de confianza solo puede plantearse si el alcalde pierde una votación sobre los presupuestos municipales, el reglamento orgánico, las ordenanzas fiscales y la aprobación de instrumentos de planeamiento general, y la petición de los socialistas no encaja en estos supuestos.

El grupo municipal del PSC de Salt pidió en una Junta de portavoces del Ayuntamiento celebrada el 12 de diciembre que Torramadé planteara una cuestión de confianza al pleno, después de que se hubiera apartado de forma voluntaria y temporal de la Presidencia de la Diputación y que no hubiera hecho lo mismo con la Alcaldía.

Al negarse a plantearla y ver que el caso Torramadé no se desencalla, el PSC de Salt ha pedido de nuevo, ahora públicamente, que Torramadé proponga una cuestión de confianza en el pleno.

Según los socialistas, la razón principal radica en la cantidad de dudas generadas por la aparición de las declaraciones del jefe de Protocolo de la Diputación de Girona, Josep Maria Amargant, y las dudas también generadas en algunos concejales que firmaron una carta en la que negaban los supuestos hechos.

Los socialistas aseguran haber recibido diversas informaciones en relación a que "los concejales firmantes estuvieron sometidos a presiones para firmar el documento exculpatorio", y por ello han insistido en reclamar la cuestión de confianza, ya que así el alcalde podrá ratificar o no la confianza de los concejales de su propio partido.

Para Torremadé, "es un insulto para los concejales del equipo de gobierno de CiU dudar de su palabra y afirmar que firmaron coaccionados", por lo que ha pedido que cesen las calumnias y difamaciones y que les dejen trabajar con normalidad.